Este sábado se mantuvo el misterio sobre el nombre que recibirá la nueva ''bebé real''.
APLONDRES.- Los duques de Cambridge, William y Kate, pasaron la primera noche junto a su aumentada familia en el palacio de Kensington, su residencia en Londres luego del nacimiento de la bebé el sábado en el hospital londinense de St. Mary's.
La llegada de la nueva integrante de la familia real, cuarta en la línea de sucesión al trono británico, mantuvo como dato en suspenso el nombre que recibirá la pequeña, que podría ser revelado hoy.
Hasta ahora, las apuestas se centran en las opciones de Alice, Elizabeth -como su bisabuela-, Charlotte o Victoria.
Durante la jornada de hoy, se espera que la joven familia reciba visitas de parientes.
La madre permaneció menos de un día en el tradicional centro médico de la capital inglesa. Tras ingresar de madrugada con las primeras contracciones, Kate salió con la niña en brazos apenas doce horas más tarde, cuando la presentó en público antes de dirigirse al palacio.
Kate se veía relajada y saludable mientras sostenía a su hija en brazos, pese a que poco antes había llevado a término su trabajo de parto.
La rueda de la fortuna gigante "London Eye" y el puente de la Torre fueron iluminados anoche para celebrar el nacimiento de la bebé, que recibirá el tratamiento de Su Alteza Real la princesa de Cambridge.
Salvas de artillería
Uno de los motivos para la reserva sobre el nombre de la pequeña, según se informó en Londres, es que primero debe ser comunicado a la reina Isabel II, que ayer recibió la noticia de la llegada al mundo de su quinta bisnieta mientras participaba en un acto en el norte de Inglaterra.
Está previsto que el lunes se celebre el nacimiento de la nueva princesa con salvas de cañones en Hyde Park y la Torre de Londres.
Unidades de las Tropas de la Real Artillería a Caballo saldrán en procesión desde los cuarteles de Wellington, cerca del palacio de Buckingham, para hacer 41 disparos en el parque. Al mismo tiempo, se dispararán 62 cañonazos desde la Torre de Londres.
Tras pasar unos días en la capital, los Cambridge tienen previsto fijar su residencia en su mansión campestre de Anmer Hall, situada dentro de la finca real de Sandringham en el condado de Norfolk, en el este de Inglaterra, donde William, que ahora está de baja, trabaja como piloto de ambulancias aéreas.
La hija menor de William, de 32 años, y Kate, de 33, es cuarta en la línea sucesoria, por detrás de su hermano, el príncipe George de Cambridge, que el 22 de julio cumplirá dos años, su padre y su abuelo, el príncipe Carlos.