ROMA.- La Cámara italiana de diputados prevé adoptar este lunes de forma definitiva una importante reforma electoral que quiere acabar con décadas de inestabilidad gubernamental.
La reforma es un elemento clave pero cuestionado del programa del primer ministro Matteo Renzi.
El nuevo tipo de elección mantiene el principio de repartición proporcional pero asegura una mayoría de 55% de los escaños al partido que ocupe el primer lugar, una verdadera revolución en un país acostumbrado a las coaliciones heteróclitas e inestables.
El proyecto de ley fija en un 3% de votos el límite para obtener escaños, lo que asegura representación parlamentaria a los pequeños partidos.
"La ley electoral se ha convertido en un símbolo, los italianos estaban acostumbrados a una clase política que prometía mucho y no hacía nada. Esta vez hemos dicho que lograríamos nuestros objetivos y lo estamos haciendo" afirmó Renzi, jefe del gobierno de centro izquierda, el sábado en televisión.
La nueva ley criticada por varios partidos de oposición e incluso por el Partido Demócrata (PD) de Renzi, "permite un mejor equilibrio" que en otro países, afirmó el lunes Roberto D'Alimente, profesor de la universidad Luiss de Roma.
Este experto recuerda que Tony Blair obtuvo en Reino Unido el 55% de los escaños con 35% de los votos y los socialistas franceses, con 29% de votos en la primera vuelta, consiguieron 53% de los escaños.