MADRID.- La policía española desmanteló una red de tráfico ilegal de ciudadanos chinos, que utilizaba Barcelona como centro desde el que los inmigrantes clandestinos eran enviados a otros países como Canadá.
La operación terminó con 80 detenidos, entre los cuales se encuentran los máximos responsables de la red y unos 70 inmigrantes, quienes fueron detenidos con falsos pasaportes cuando intentaban embarcar en aviones que debían llevarlos a su destino.
"La organización gestionaba los traslados (…) valiéndose para ello de una red de agencias de viaje dirigidas también por chinos", informó este lunes la policía en un comunicado.
Los cabecillas también "mantenían vínculos con otras organizaciones similares asentadas en Europa, entre otras una que ya estaba siendo investigada por parte de la Policía de Fronteras de Marsella (Francia)", detalló el informe.
La investigación, que comenzó en 2013 con la colaboración de responsables del consulado británico en Barcelona, permitió desmantelar la red que operaba desde varias ciudades de Cataluña y reclamaba hasta 20.000 euros por viajes con destino a Estados Unidos, Canadá, Irlanda o el Reino Unido.
Las víctimas eran "captadas" en China con la promesa de que podrían ir a donde quisieran. Los trasladaba hasta España, donde las albergaban en departamentos de Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramanet, cambiando regularmente de lugar para no llamar la atención de los vecinos.
La organización, muy jerarquizada y hermética, exigía el pago del viaje en cuanto las personas llegaban a su destino, "sufriendo amenazas tanto ellos como sus familiares que se encontraban en China, si no satisfacían la deuda", señaló la policía mediante el comunicado.