BOGOTÁ.- La izquierda colombiana y las organizaciones sociales que integran el Frente Amplio por la Paz insistieron hoy en su pedido al Gobierno y a las Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de un alto el fuego bilateral y en medidas para reducir la intensidad del conflicto armado que azota el país desde hace más de medio siglo.
En un comunicado en el que hacen resumen del proceso que inició las FARC el pasado 20 de diciembre, y que abarca las acciones en territorio colombiano desde enero hasta el pasado 14 de abril, piden también a los voceros del Estado que tengan un "lenguaje cuidadoso" para que no se interpreten sus palabras como "incitación contra personas".
El Gobierno manifestó en reiteradas ocasiones que un alto el fuego bilateral debe ser consecuencia de un acuerdo definitivo de paz y no parte del proceso de negociación que se lleva a cabo en Cuba desde noviembre de 2012.
Este comunicado acompaña un informe que concluye su estudio un día antes del ataque que el 15 de abril lanzaron las FARC contra un pelotón de militares en una zona rural de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, que dejó once uniformados muertos y 24 heridos.
Antes de ese ataque, y en respuesta al cese el fuego de las FARC, el presidente Juan Manuel Santos dio la orden el pasado mes de marzo de suspender los bombardeos contra los campamentos de esa guerrilla en un intento por reducir la intensidad del conflicto.
Tras el ataque en el Cauca, Santos revocó la orden y dispuso el reinicio de los bombardeos contra estos campamentos.
En el informe publicado por el Frente Amplio aseguran que, durante el periodo de tiempo analizado, se produjeron 55 acciones operativas ofensivas por parte de la Fuerza Pública contra las FARC y población civil que vive en las zonas en las que tiene presencia ese grupo armado.
Entre esas ofensivas destacan tres cercos militares, así como cuatro operaciones de persecución contra las estructuras guerrilleras y por lo menos ocho bombardeos indiscriminados, según destaca el informe.
Asimismo, los datos del Frente Amplio constatan que las FARC realizaron dos ataques defensivos contra uniformados de la Fuerza Pública. Como resultado de estas acciones militares, quince guerrilleros murieron, cuatro de ellos en "condición de mando", nueve resultaron heridos y 16 detenidos.
De los quince muertos, dos de ellos fueron ejecutados extrajudicialmente, luego de ser capturados y posteriormente presentados como dados de baja en combate.
Entre los ataques de la Fuerza Pública contra las FARC, incluyen el que causó la muerte segundo cabecilla del frente 30 de este grupo, conocido por el alias de "Didier", quien murió el 15 de abril, un día después del arco cronológico escogido por el Frente Amplio.