David Cameron busca seguir como primer ministro británico.
Reuters (Archivo)LONDRES.- Este jueves los votantes de los países del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) acudirán a las urnas para elegir al próximo Primer Ministro y a 650 miembros de la Cámara de los Comunes (diputados).
Cuatro son los candidatos para asumir como el jefe de Gobierno de la Reina Isabel II: David Cameron, del partido conservador quien va por la reelección; Ed Miliband, del partido Laborista; Nick Clegg, del Liberal Demócratas; y Nigel Farage del UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido).
De esa lista, Cameron y Miliband son los principales candidatos a quedarse con el puesto de jefe de gobierno británico.
El conservador Cameron esperaba estar muy por encima de los laboristas en los sondeos gracias a la economía, pero se ha visto obligado a cambiar el tono relajado por uno más combativo.
Si durante gran parte de la campaña Cameron hizo gala del "chillaxing" que le atribuyen los medios -un neologismo que podría traducirse como "relajarse"-, llegó el momento de arremangarse la camisa, sudar e incluso jurar.
"¡Siento tanta pasión por estas elecciones! Hemos recorrido un camino tan largo... ¡Si me muestro animado es porque estoy rematadamente animado!", dijo.
Este reciente arranque en Londres ocurría después de que se alzaran voces en su partido denunciando literalmente su falta de pasión, como la del ex primer ministro John Major.
Tiene ante sí un panorama complicado, porque aunque los sondeos le auguran una ligera ventaja en diputados, el laborista Ed Miliband parece en mejor posición de tejer alianzas y formar gobierno.
Como las que tuvo que hacer el propio Cameron en 2010 con los liberales. Se convirtió entonces en el primer ministro más joven en 200 años y el hombre que devolvió al poder a los conservadores tras 13 años de laborismo.
David William Donald Cameron nació el 9 de octubre de 1966 en una familia acaudalada y se crió en Peasemore, una pequeña localidad del condado de Berkshire. Su padre era corredor de bolsa y su madre magistrada.
Por su parte, el líder laborista Miliband brilló poco como líder de la oposición, pero en esta campaña electoral los británicos han empezado a encontrarlo simpático e imaginárselo de primer ministro.
Unos cuantos momentos felices para él han propiciado este cambio, como cuando se le abalanzó un grupo de muchachas que celebraban una despedida de soltera o en general con sus entrevistas, contestando con franqueza a cuanta pregunta personal le hicieron.
"La historia de estas elecciones es que los votantes ahora se ríen con el líder laborista en vez de reírse de él", admitía el tabloide Daily Mirror.
La estrategia quedó patente con un apunte. "El guerrero feliz": así se describía en las notas que usó en un reciente debate y que olvidó en el camarín de los estudios de televisión.
La fórmula de la amabilidad le funcionó y su popularidad es ahora el doble que en enero de 2015, del 18% al 36%, según datos del instituto de encuestas YouGov.
Miliband obtuvo una licenciatura en Filosofía, Política y Economía por la Universidad de Oxford y un máster de la London School of Economics (LSE) y admite que era un "geek".