CIUDAD DEL VATICANO.- La Iglesia católica absolverá excepcionalmente durante la celebración del Jubileo de la Misericordia a las mujeres que han abortado y a quienes les ayudaron, una medida que sin embargo no modifica la posición del Vaticano sobre esta cuestión.
Según el derecho canónico, el aborto es una falta particularmente grave que implica la excomunión automática, al menos que la persona se vea forzada a hacerlo.
Pero el Papa Francisco, que lo califica de "horror", se ha mostrado en varias ocasiones sensible al sufrimiento de millones de mujeres, entre ellas muchas católicas, que abortan cada año.
Durante el Jubileo de la Misericordia, también llamado Año Santo, que se celebrará entre le 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016, los católicos de todo el mundo hacen peregrinaciones para pedir el perdón ("indulgencia") de sus pecados.
"Entre los posibles perdones acordados a los misioneros de la misericordia también figurará el aborto", declaró a la prensa italiana el coordinador del Jubileo, el arzobispo italiano Rino Fisichella.
Durante el Año Santo, miles de sacerdotes ejercerán de "misioneros" de la misericordia por todo el mundo, donde administrarán el llamado "sacramento de la reconciliación", es decir la penitencia expresada mediante la confesión.
En períodos concretos como el Adviento (antes de Navidad) o en Cuaresma (antes de Pascua), los obispos pueden autorizar a algunos o a todos los sacerdotes de su diócesis a perdonar el aborto.
Durante el Año Santo, el perdón podrá otorgarse a las mujeres que hayan abortado y también a los médicos o a cualquier otra persona que las haya ayudado, con la única condición de que expresen un "verdadero arrepentimiento".
"El aborto sigue siendo un pecado y el Papa no ha decidido derogarlo", recordó el cardenal conservador Valasio de Paolis, quien teme un malentendido en los medios de comunicación.
"Es normal, con motivo del Jubileo (...) que la iglesia (...) levante todos los obstáculos para permitir la absolución de pecados tan graves como el aborto", explicó al diario La Nazione.
El aborto es una cuestión delicada para la Iglesia católica, acusada a menudo de ser insensible con las mujeres y niñas violadas, especialmente durante los conflictos, que abortan.
Al igual que sus predecesores, el papa argentino condena el aborto aunque no suele pronunciar esta palabra.
En 2009, el Vaticano apoyó al arzobispo de Recife, en Brasil, que excomulgó a una mujer y a los médicos que ayudaron a abortar a una niña de 9 años violada por su padrastro, considerando que la violación era "menos grave que el aborto".
Sin embargo, este caso generó muchas críticas, también dentro de la jerarquía eclesiástica.
Francisco habló recientemente a los obispos sudafricanos de "profundas heridas morales y físicas" soportadas por muchas mujeres y en septiembre de 2013, en una entrevista a la revista jesuita Civilta Cattolica, puso como ejemplo a una mujer que conocía.
"Sufrió el fracaso de su matrimonio, durante el cual abortó. Luego se casó y ahora vive tranquila con cinco niños. El aborto pesa mucho en su conciencia y está verdaderamente arrepentida. A ella le gustaría profundizar en la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor?", se preguntó.
Durante el Jubileo Francisco quiere llegar al mayor número de fieles. Por eso, aunque tradicionalmente los peregrinos que quieren obtener la indulgencia deben venir a Roma y pasar por la llamada puerta santa de cada una de las cuatro grandes basílicas de la ciudad, el papa permitirá que esta vez puedan hacerlo en su catedral habitual.