MOSCÚ.- El "Moskvá", el buque insignia de la Flota rusa del mar Negro, zarpó hoy desde la base de Sebastopol (Crimea) rumbo al Mediterráneo, donde participará en unos ejercicios conjuntos ruso-chinos.
El destructor lanzamisiles es uno de los barcos que tomarán parte en "Interacción-2015", las primeras maniobras navales entre ambas naciones en esas aguas, que comenzarán el próximo domingo 17 y concluirán el día 21 de este mes.
Según el Estado Mayor de la Flota del mar Negro, en estos ejercicios participará una decena de buques de los dos países.
"La presencia naval de China en esta zona del mundo es un nuevo fenómeno en las relaciones internacionales, que tiene que ver con el elevado nivel de asociación estratégica que se ha alcanzado últimamente", dijo el ex secretario del Consejo de Seguridad ruso Andréi Kokoshin a la agencia Interfax.
Kokoshin, actual decano de facultad de Política Internacional de la Universidad de Moscú, destacó que con estos ejercicios muestran el su respaldo político-militar de China a Rusia, cuando sus relaciones con EEUU y sus aliados se encuentran en un momento difícil debido a la crisis ucraniana.
Rusia anunció planes para fortalecer considerablemente su Flota del mar Negro, con base en la península de Crimea, anexionada por Moscú en marzo del año pasado tras la revuelta en Ucrania que desbancó del poder al presidente Víktor Yanukóvich.
Este programa de desarrollo "prevé la incorporación de más de 50 buques de distintas clases", afirmó ayer el vicepresidente de la Duma o Cámara de Diputados, Serguéi Zhelezniak.
El parlamentario del grupo oficialista Rusia Unida precisó que para fines de 2016 la Flota del mar Negro contará con seis nuevos submarinos. Además, señaló que este fortalecimiento "es un gran desafío para aquellos que se consideraban dueños de los mares Negro y Mediterráneo".
"Hemos recuperado el control sobre el mar Negro, hemos recuperado el control sobre el Mediterráneo", recalcó el legislador.