TAIPEI.- El Presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, que acaba de cumplir siete años en el poder y ya no puede ser reelegido, hizo hoy una llamada a la oposición para que acepte las bases de su política hacia China, a la vez que pidió a Beijing que no bloquee los avances.
Ma, en rueda de prensa, pidió a la oposición realismo en su política hacia China y que acepten el llamado "Consenso de 1992" ("una China con diferentes definiciones"), por el que la isla logró reanudar sus negociaciones con Beijing y alcanzar una tregua tácita en la lucha por aliados diplomáticos.
Ante la delantera en los sondeos de la candidata presidencial opositora, Tsai Ing-wen, presidenta del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), para los comicios presidenciales y legislativos del 2016, Ma pidió a la oposición taiwanesa continuidad en la política isleña hacia China.
El presidente justificó este realismo en que China "está muy cerca y no es posible no tener lazos con ella", porque "no es posible ignorar su importancia, aunque se deben minimizar los riesgos".
Ma, que finaliza su mandato el 20 de mayo de 2016, quiere estrechar aún más los lazos pragmáticos con China antes de dejar la presidencia y dos de sus metas son intercambiar oficinas representativas y sellar un acuerdo de comercio en bienes.
Sin embargo, según Ma, China teme que Taiwán utilice el intercambio de oficinas representativas "con otras intenciones", en concreto independentistas, pero para el mandatario sólo se responde de modo realista a una necesidad derivada de tan intensas relaciones.
El mandatario isleño instó a Pekín a que sea pragmática con la isla y que, "sin reconocer a los gobiernos, si se reconozca su autoridad", para avanzar así en la negociación del intercambio de oficinas y acuerdos comerciales.
"Apoyar el status quo es lo acordado", sentenció Ma sobre la política taiwanesa hacia China.
Sobre las relaciones internacionales de Taiwán, el mandatario taiwanés reiteró su política de "no sorpresas y bajo perfil", sin desafíos a China que entorpezcan los lazos con otros países.
El presidente taiwanés también destacó la mejora de la economía en este último año, con un crecimiento del 3,7 por ciento en 2014, el más alto entre los "tigres asiáticos", y perspectivas halagüeñas para este año.
Taiwán enfrenta unas elecciones parlamentarias y presidenciales claves el 16 de enero de 2016, en las que el oficialismo no acaba de encontrar un candidato adecuado y la oposición parte como favorita en todos los sondeos con la candidatura de la presidenta del PDP, Tsai Ing-wen.
La oposición taiwanesa no reconoce el "Consenso de 1992" y se teme que eso pueda enturbiar los lazos con China y volver a las tensiones anteriores a la llegada al poder de Ma en 2008.