EFE
SALGAR.- Socorristas recuperaron el martes 17 cadáveres, un día después del aluvión que arrasó parte de un pueblo del noroeste de Colombia, con lo que subió a 78 la cifra de víctimas fatales de la peor tragedia natural de este tipo en la última década en el país sudamericano.
Con la ayuda de perros y aprovechando una tregua de las fuertes lluvias que caen en la zona desde hace tres días, brigadistas de la Cruz Roja, de Defensa Civil y de los bomberos bajaron por las montañas recorriendo las orillas de la turbia quebrada a lo largo de la que encontraron los cuerpos en medio de una espesa masa de lodo.
Un número indeterminado de personas continúa desaparecido por la avalancha de la quebrada la Liboriana, que destruyó el lunes un caserío ubicado en la parte alta del municipio de Salgar e inundó con lodo y escombros la zona urbana de este pueblo enclavado en las montañas del departamento de Antioquia. Muchos de los sobrevivientes, que perdieron sus casas y sus familiares, se unieron a las labores de búsqueda.
"La quebrada arrasó con mi hermana, mis sobrinos y no los hemos podido encontrar, esta es la hora en que solamente encontraron uno y ellos son cuatro", dijo Blanca Moreno, de 50 años, quien sobrevivió a la avalancha de agua, lodo, rocas y árboles que se llevó todo lo que encontró a su paso.
"Entonces en esos momentos estamos a la expectativa, por eso estamos acá, a ver qué información nos dan, a ver si ya los encontraron, pero hasta el momento nada", agregó con la voz entrecortada en las afueras del cementerio en donde se improvisó una morgue para identificar a las víctimas.
El aluvión también dejó 542 personas damnificadas, 31 viviendas destruidas y 48 personas heridas, de acuerdo con el último reporte oficial de la gubernamental Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Las personas que perdieron sus viviendas, incluyendo decenas de niños, permanecen en albergues provisionales que instalaron las autoridades en un coliseo deportivo y en un colegio, en donde reciben asistencia humanitaria que incluye alimentación.
La tragedia alteró la normalidad de este pueblo de 17.000 habitantes dedicado principalmente a la siembra de café en las montañas de la Cordillera Occidental de los Andes colombianos.
El servicio de agua fue restablecido parcialmente en Salgar, al igual que la energía eléctrica. Gustavo Rincón, un campesino de 35 años dedicado a la siembra y recolección de café, relató que se salvó porque su casa está construida en una parte alta de una de las orillas de la quebrada por la que bajó el aluvión. Pero su hermana y otros familiares no tuvieron la misma suerte y hacen parte de un grupo de desaparecidos que ninguna autoridad se arriesga a cuantificar hasta ahora.
"Se fueron entre primos, tíos y amigos 14 personas que eran como hermanos de uno de toda la vida", dijo mientras buscaba con una pala entre el lodo y veía bajar la aguas turbulentas y enfurecidas de la quebrada que provocó la tragedia.