BAGDAD.- El ministro de Defensa iraquí, Jaled al Obaidi, señaló que la caída de la ciudad de Ramadi y otras zonas de la provincia de Al Anbar, en manos del grupo terrorista ISIS (Estado Islámico), fue una retirada "táctica" para evitar bajas en las filas de las tropas gubernamentales.
Al Obaidi señaló, según un comunicado emitido por su departamento, que es "natural mover las unidades de un área a otra en función de las circunstancias de la batalla".
"Es mejor retirar algunas de nuestras unidades con el fin de evitar pérdidas. Esta es una táctica a la que recurren las tropas a veces", agregó.
El ministro visitó ayer al ejército de Irak que se encuentran en la base de Al Habaniya y en la zona de Al Jaldiya, todas ubicadas en Al Anbar al oeste de Bagdad y fronteriza con Siria.
El funcionario de Gobierno destacó que todos los esfuerzos se centran en apoyar a los combatientes, y recalcó la determinación de su ministerio en liberar Al Anbar, controlada casi de forma total por los yihadistas.
El día jueves, ISIS tomó la localidad de Hasiba, al este de Ramadi, después de que las fuerzas gubernamentales se retiraran de ella tras librar combates —con el apoyo de milicianos tribales suníes— contra los extremistas.
En Al Anbar, las fuerzas iraquíes mantienen su control sobre el puesto fronterizo con Siria de Al Walid, pese a que los combatientes de ISIS tomaron el control en las últimas horas de la parte siria de este paso.
La ocupación de Ramadi por los yihadistas esta semana supuso un duro revés para el Gobierno iraquí, que anunció después de la liberación de la provincia de Saladino, al norte de Bagdad, que su siguiente objetivo era la expulsión del grupo terrorista de Al Anbar y luego de Nínive.