Bolivia y Brasil trabajan para la restitución de embajadores

LA PAZ.- Bolivia y Brasil están trabajando para la restitución de sus embajadores y en una reunión de los presidentes Evo Morales y Dilma Rousseff para el segundo semestre de este año, informó hoy Tovar da Silva Nunes, jefe de la legación brasileña en La Paz.

"Próximamente vendrá el embajador definitivo", indicó el diplomático a los periodistas y explicó que desde junio se reunirán las cancillerías para afinar en la agenda, que incluye la renovación de un nuevo contrato para la exportación de gas natural boliviano a Brasil.

Rousseff destituyó en 2013 a su embajador en Bolivia Marcel Biato. La medida se adoptó después de que el gobierno boliviano protestase por la ayuda que el diplomático prestó a Róger Pinto, ex legislador y opositor de Evo Morales, para dejar el país.

Pinto, que había sido condenado a un año de prisión por la justicia boliviana por corrupción, pidió refugió a Brasil y permaneció en su embajada en La Paz durante 15 meses, hasta que salió del país con ayuda diplomática.

"Sabemos los hechos que han sucedido desde 2013; sin embargo, se ha trabajado mucho bilateralmente y (...) estamos dispuestos a trabajar", señaló Da Silva. La designación del nuevo embajador brasileño está en manos del Senado de Brasil.

En el caso de Bolivia, el gobierno de Morales aún no designó al reemplazo de Jerjes Justiniano, que cesó en sus funciones en Brasilia el 30 de abril.

Con la reposición de embajadores, ambos países esperan acelerar el tratamiento de la agenda bilateral que en estos momentos prioriza una negociación crucial para la provisión de gas boliviano a Brasil. El contrato, actualmente vigente, vence en 2019 y cerca del 42 por ciento de los ingresos de Bolivia provienen de la exportación de gas a Brasil.

Bolivia exporta gas a Brasil desde 1996 bajo las cláusulas de un contrato que establece un volumen mínimo de 24 millones de metros cúbicos por día. En 2014, se pactó incrementar 2,24 millones de metros cúbicos por día. Actualmente, Brasil paga, en promedio, nueve dólares por cada BTU (unidad térmica británica) de gas boliviano.