MADRID.- El gobernante Partido Popular (PP) ganó las elecciones municipales en España, en votos y concejales, con el 91,71% de los votos escrutado, pero sufre un fuerte desgaste que le hace perder mayorías absolutas que tenía en numerosas ciudades.
Con ese porcentaje escrutado el PP obtiene el 26,76% de los votos, lo que supone un descenso de once puntos respecto a los comicios de 2011.
Mientras tanto, los socialistas (PSOE) permanecen como segunda fuerza a nivel estatal, con el 25,18%, algo más de dos puntos por debajo de lo registrado hace cuatro años.
Como las encuestas de las últimas semanas ya apuntaban, se ha producido la irrupción de dos nuevos partidos, Podemos (izquierda anti austeridad) y Ciudadanos (liberales centristas), que pueden ser decisivos para crear mayorías, en especial el primero, que incluso podría alcanzar importantes gobiernos locales.
La pérdida de las mayorías absolutas podría hacer que el PP dejara de controlar los ayuntamientos de grandes ciudades como Madrid, Valencia y Sevilla, entre otras capitales, que podrían pasar a manos de la izquierda.
En concreto, la capital del Estado podría ser gobernada por la candidata de Podemos, una fuerza surgida del movimiento de los "indignados".
En Barcelona el triunfo es de una formación denominada "Barcelona en Común", cuyo origen es similar al caso de Madrid, aunque la existencia de varios partidos representados en el ayuntamiento barcelonés obligaría a un pacto de varias fuerzas.
En Bilbao gobernarán previsiblemente los nacionalistas del PNV, aunque necesitarán apoyos.
El dominio del PP en la política española se traducía hasta ahora también en el control de la mayoría de las comunidades autónomas.
En trece de las diecisiete comunidades se elegía hoy también a los miembros de las asambleas regionales.
Los resultados de hoy anuncian que el PP pierde la mayoría absoluta en la mayoría de esas regiones y que deberá contar con el respaldo de algún partido, como Ciudadanos, si quiere seguir gobernando, aunque la unión de fuerzas como PSOE y Podemos podría dar el poder a la izquierda en varios puntos.
Puede ser el caso de la región de Madrid (6,5 millones de habitantes), donde la izquierda podría recuperar un gobierno que perdió hace veinte años.
Lo mismo ocurre en la región de la Comunidad Valenciana, uno de los feudos del PP en las dos últimas décadas, donde los populares ganaron hoy pero la unión de partidos de izquierda les podría dejar fuera del gobierno.