KANDAHAR.- Hombres armados del Talibán rodearon este lunes un complejo de la policía en la conflictiva provincia sureña de Helmand, donde mataron a 19 agentes y siete soldados, dijo un oficial de policía desde el interior del lugar que continuaba asediado.
Napas Khan, jefe de policía en el distrito Naw Zad, dijo a The Associated Press vía telefónica que los insurgentes habían avanzado 20 metros (65 pies) al interior del complejo después de tomar vehículos policiales y armas y de bloquear todos los caminos que salen de Naw Zad.
"Necesitamos una respuesta inmediata del gobierno", enfatizó Khan.
Señaló que el ataque comenzó antes del amanecer del lunes cuando insurgentes capturaron diversos puestos de inspección en el distrito.
"Ellos destruyeron o capturaron la mayoría de nuestros puntos de inspección y ahora han llegado hasta nuestros cuartel policial", dijo Khan. "Nos disparan principalmente desde las colinas que dan hacia nuestro complejo".
Mientras hablaba Khan se podía escuchar disparos y gritos en un segundo plano.
Helmand ha sido desde hace mucho tiempo territorio vital del Talibán, que lucra considerablemente con el opio que se produce en su fértil valle ribereño.
Las fuerzas gubernamentales lanzaron en marzo una operación contra los insurgentes con la expectativa de reducir el impacto de la ofensiva que el Talibán lanza cada año durante los meses cálidos.
Desde que el Talibán emprendió esa ofensiva a finales de abril, sin embargo, se han intensificado los ataques en todo el país, donde las fuerzas gubernamentales con su dispersión pierden fuerza.
Además de las desgastadas tácticas de golpear y correr, los insurgentes han incrementado los ataques suicidas y, en algunas áreas, han recurrido a asesinatos y secuestros.
Asimismo el lunes, un ataque suicida con un camión cargado de explosivos y el estallido de una bomba colocada en un camino en el sur de Afganistán dejaron 11 muertos y decenas de heridos, mientras el Talibán se enfrentaba con partidarios del grupo Estado Islámico en el oeste del país, dijeron funcionarios.
El gobernador Asif Nang dijo que el Talibán combate desde hace tres días en la occidental provincia de Farah a insurgentes rivales que afirman estar aliados al grupo EI, lo que ha resultado en la muerte de al menos 10 talibanes y 15 partidarios del grupo Estado Islámico. El político no proporcionó más detalles.
Los enfrentamientos suponen el indicio más recientes de la presencia pequeña pero cada vez mayor del grupo Estado Islámico en el país.
Funcionarios afganos y extranjeros difieren sobre la amplitud con la que puede maniobrar el Estado Islámico en Afganistán, donde el Talibán ha estado en guerra contra el gobierno respaldado por Occidente durante más de una década. El Estado Islámico controla partes de Siria e Irak.
El camión-bomba estalló en la puerta del complejo del concejo provincial en la capital de la provincia de Zabul; al menos cinco personas murieron y 62 resultaron heridas, dijo el director del concejo Atta Jan Haqbayan.
Tres de los heridos son concejales, señaló Haqbayan. Mirwais Noorzai, jefe de policía de Zabul, dijo que el atacante utilizó un camión pequeño.
El presidente Ashraf Ghani condenó el ataque. Ningún grupo se adjudicó de inmediato esa acción.