BEIJING.- A partir de ahora queda prohibido fumar en los espacios públicos cerrados de Beijing, en virtud de una ambiciosa ley que entra en vigor este lunes y cuya aplicación plantea dudas por los precedentes anuncios incumplidos.
Los sitios que reciben público, como comercios o restaurantes, que no hagan respetar la prohibición, podrán ser multados con 10.000 yuanes (1.500 euros) y los fumadores pillados in fraganti podrán ser multados con 200 yuanes (30 euros).
El tabaco también queda prohibido en ciertos espacio al aire libre, como los recintos escolares, deportivos o los hospitales. La publicidad de las grandes marcas estará prohibida en exteriores.
En un país que fuma en el ascensor o subiendo a un taxi, la capital china quiere demostrar una firmeza inédita inspirándose en los países desarrollados.
Pero se trata sobre todo de recuperar un retraso que sitúa a China, primer país productor y consumidor de tabaco, en la cola del pelotón de la lucha mundial.
Más de un tercio de cigarrillos fabricados en el mundo se fuman en China y siguen siendo muy baratos. El país cuenta más de 300 millones de fumadores y uno de cada dos chinos es tabaco-dependiente. El tabaquismo causa una muerte cada 30 segundos.
La estatal China Nacional Tobacco Corporation (CENT) es por mucho la primera tabacalera mundial, con una producción que triplica la de Philip Morris, su primer competidor.