BEIRUT.- Al menos 6.657 personas, de las que 1.285 eran civiles, murieron durante el pasado mes de mayo en Siria, lo que supone un aumento de más de 2.000 respecto a abril, según datos entregados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De los fallecidos, al menos 272 eran menores de edad y 212 mujeres.
Además, la ONG detalla que 734 civiles perecieron en bombardeos de la aviación del régimen; 45 torturados en cárceles gubernamentales; 111 por la artillería de los opositores; 75 por los ataques aéreos de la coalición internacional; 159 asesinados por el grupo terrorista ISIS (Estado Islámico) y 20 a manos de milicianos kurdos.
A estas víctimas mortales se suman 141 personas que perdieron la vida por fuego de francotiradores, explosiones de minas, la artillería del ejército y en condiciones desconocidas cuando estaban en poder de grupos armados.
En las filas opositoras, al menos 793 combatientes sirios de distintas organizaciones rebeldes y kurdas fallecieron durante el último mes.
También hay 2.109 miembros extranjeros de ISIS, el Frente al Nusra —filial siria de Al Qaeda— y de otras brigadas que han muerto.
En el bando del régimen sirio, al menos 1.568 efectivos de las fuerzas regulares perecieron, así como 674 milicianos de grupos progubernamentales, 51 combatientes del grupo chií libanés Hizbulá y 157 guerrilleros chiíes de otras nacionalidades.
Desde el Observatorio también informaron que hay veinte muertos cuya identidad no se ha podido esclarecer.
A lo largo del mes de mayo, ISIS extendió sus dominios por el este de la provincia central de Homs, fronteriza con Irak, mientras que ha sido repelido por las milicias kurdo sirias del norte de la provincia de Al Hasaka.
Las fuerzas del régimen fueron expulsadas por el Frente al Nusra y otras facciones de algunos de sus bastiones en Idleb, zona que está controlada casi en su totalidad por los opositores.