BUENOS AIRES.- La Presidenta argentina, Cristina Fernández, se refirió hoy a la violencia de género para denunciar que "estamos ante una cultura devastadora de lo femenino" y cargó contra el piropo porque "es grosero, soez y bajo".
En vísperas de la gran movilización convocada para el miércoles en Buenos Aires en bajo la consigna "Ni una menos" para denunciar la violencia machista, la Presidenta utilizó su cuenta en una popular red social para fijar su postura.
La violencia de género "encuentra su máxima expresión en la agresión corporal, en la agresión y la muerte", señaló Fernández, pero hay "violencias previas", "más sutiles, miradas y hasta con rating: la mujer cosificada, lolas y colas... tocadas en público y medidas por IBOPE".
"¿Cuántas veces leíste en letra de molde describiendo el asesinato de una joven qué ropa llevaba puesta, o si le gustaba ir a los boliches?", agregó en una abierta crítica sobre el tratamiento del problema en los medios.
"De algunos jueces mejor ni hablar: Apenas seis meses de condena para un hombre que molió a golpes en la calle a una mujer...", denunció.
"La mujer convertida en objeto. Y si entonces es sólo una cosa, siempre habrá alguno que piense que puede romperla si no la tiene", señaló.
"No es sólo un problema judicial o policial. Estamos ante una cultura devastadora de lo femenino", concluyó la Mandataria.
Argentina saldrá este miércoles a la calle para exigir medidas contra los feminicidios y reclamar por la efectiva aplicación de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres bajo el lema "Ni una menos".
La convocatoria se traducirá en 70 manifestaciones en todo el país, aunque la más numerosa se desarrollará en Buenos Aires, desde el Parlamento hasta la sede del Consejo Nacional de las Mujeres.
El detonante de la movilización fue la noticia de la muerte de Chiara Páez, una adolescente de 14 años embarazada, asesinada por su novio de 16.
Su caso conmocionó a la sociedad argentina, pero es sólo uno más en la larga lista de feminicidios que ocurren cada año en Argentina, donde muere una mujer cada 30 horas víctima de violencia de género.