LOS ÁNGELES.- Hollywood ha añadido una nueva pareja de estrellas, la formada por Tom Cruise y Nicole Kidman, a la larga lista de separaciones matrimoniales que se han producido en esta industria donde el amor eterno parece ser cosa de las películas.
La separación de Cruise, 38 años, y Kidman, 33, después de cerca de 11 años considerados como un matrimonio de ensueño es sólo la última manifestación de una temporada de rupturas amorosas que está asolando la fábrica de los sueños.
Los últimos seis meses han visto separaciones tan sonoras como sorprendentes entre Meg Ryan y Dennis Quaid, Harrison Ford y Melissa Mathison, Helen Hunt y Hank Azaria, Garth y Sandy Brooks o, la última de todas, Kim Bassinger y Alec Baldwin.
Ahora les ha tocado el turno a Cruise y Kidman, dos de las estrellas más populares de los últimos años cuyo matrimonio ha podido concluir por culpa de ese éxito.
"Dadas las dificultades propias de carreras divergentes que les mantienen constantemente separados, ambos coincidieron que una separación amistosa era la mejor solución", informó la representante de ambos, Pat Kingsley, en un comunicado que dio a conocer la crisis matrimonial de esta pareja.
Su amor fue una historia de película, cuando ambos se conocieron durante el rodaje de "Days of Thunder" y comenzaron una relación que a los pocos meses acabó en boda.
"Empezamos a salir juntos al final del rodaje y entonces decidimos pasar juntos el resto de nuestras vidas", confesó Kidman en una entrevista.
La boda tuvo lugar en Telluride (Colorado, EEUU) en Nochebuena de 1990, en medio de las lágrimas de los recién casados.
Para Kidman era su primer matrimonio, mientras que para Cruise era el segundo, casado durante tres años con la también actriz Mimi Rogers de quien se había divorciado meses antes.
En aquel entonces Cruise ya era una estrella que había disfrutado del éxito de "Risky Business", "Top Gun" o "Cocktail" y hasta había sido candidato al Oscar por "Born the Fourth of July", la primera de las tres ocasiones en la que aspiraría a este galardón.
Para Kidman, nacida en Hawai (EEUU) pero criada en Australia, la fama le llegaría junto a su marido, con el que trabajaría en otras dos ocasiones, con "Far and Away" y "Eyes Wide Shut", último filme de Stanley Kubrick centrado sobre la crisis de un matrimonio.
"Hubo tiempos difíciles durante el rodaje de la película", confesó Cruise en una entrevista relacionada con este filme que dio lugar a numerosos rumores sobre la estabilidad de la pareja.
Sin embargo, por muchos rumores que les rodearan hablando de deshonestidades, crisis u otro tipo de tensiones matrimoniales, siempre fueron rechazados por Cruise y Kidman que incluso llevaron las alegaciones a los tribunales, saliendo siempre victoriosos.
A pesar de los rumores o de sus diferencias en estatura (él poco más de 1,60 metros, ella cercana del 1,80), el matrimonio Cruise y Kidman siempre se esforzó por dar una imagen de unidad familiar ejemplar en Hollywood.
Padres de dos hijos adoptados, Connor que hoy cumple 6 años e Isabella, de 8 años, la pareja intentó alternar su trabajo para pasar juntos la mayor parte de su tiempo.
De este modo Kidman estuvo presente cuando Cruise rodaba las peligrosas escenas de escalada con las que comienza "Missión: Impossible II" mientras que el actor se mudó a España junto con su esposa para que ella pudiera rodar "Los otros", la próxima película de Alejandro Amenábar.
"Tom es maravilloso. Generoso y trabajador. Cuando le conoces te das cuenta de por qué todos le aman", describió recientemente Penélope Cruz su experiencia con el actor con quien acaba de rodar en Nueva York una nueva versión de la película española "Abre los ojos" producida por Cruise bajo el título de "Vanilla Sky".
Por el momento no se ha detallado el futuro de los niños ni se han dado más detalles sobre esta sorprendente separación de la que, en retrospectiva, pudo haber indicios durante la pasada entrega de los Globos de Oro en Hollywood.
Durante esta ceremonia, la pareja fue descrita como "menos que junta", con Cruise abandonando la fiesta en cuanto concluyeron sus labores como presentador mientras que Kidman siguió el resto de la noche en animada conversación con el australiano Russell Crowe, cuya relación con Meg Ryan parece haber concluido.