RIO DE JANEIRO.- Río de Janeiro está preparada para vivir su primer carnaval del milenio a partir de hoy, cuando el "Rey Momo" reciba las llaves de la ciudad.
Autoridades municipales y regionales de la "Cidade Maravilhosa" anunciaron varias medidas sanitarias, policiales y de tránsito que permitirán que los cariocas y los 350.000 turistas esperados puedan disfrutar sin inconvenientes los cuatro días de fiesta.
La Secretaría de Seguridad Pública anunció que 12.000 policías serán responsables por garantizar la seguridad hasta el próximo 28 de febrero, Miércoles de Ceniza, cuando el país debe regresar a la normalidad.
La mitad de ese contingente será destinada al Sambódromo, la avenida de 850 metros de largo por donde desfilan las escolas de samba y que tiene tribunas con capacidad para 70.000 espectadores.
El desfile de las escolas de samba del Grupo Especial es considerado como el mayor espectáculo del mundo al aire libre y la principal atracción del carnaval de Río de Janeiro, uno de los que más llaman la atención en todo el mundo.
Mientras que Río se prepara para vivir su mayor fiesta a partir, otras ciudades brasileñas que también disfrutan intensamente el carnaval, entre ellas Salvador y Recife, ya comenzaron a gozar de la libertad permitida en el reino de Momo.
Además de los 6.000 policías que garantizarán el orden en el Sambódromo, otros 2.000 estarán en el centenar de bailes populares, fiestas públicas, desfiles de bandas vecinales y presentaciones de grupos musicales que disputarán la atención de los bailarines y "folioes" (carnavalescos disfrazados) hasta el miércoles.
Las autoridades regionales también anunciaron hoy que los sistemas de transporte, como el metro, trenes y barcas, funcionarán las 24 horas del día hasta el último día de carnaval.
La Secretaría de Salud, por su parte, anunció el esquema especial de atención que ofrecerá la red hospitalaria hasta el miércoles y los lugares en donde se realizará distribución gratuita de preservativos.
El juez primero de menores, Ciro Darlan, aprovechó la serie de anuncios para recordar que todos los niños que participen en actos públicos tendrán que utilizar pulseras de identificación para facilitar la localización de sus padres en caso de pérdida.
A pesar de que una reciente encuesta determinó que casi al 60 por ciento de los brasileños no le entusiasma demasiado la fiesta del carnaval, las celebraciones tanto en Río de Janeiro como en otras ciudades comenzaron hace dos semanas, con los desfiles de comparsas y de orquestas vecinales.