SANTIAGO.- Vuelve a las estanterías Santos Luzardo, el personaje creado por el profesor y cuentista Rómulo Gallegos que, tras años de ausencia de su tierra natal, retorna a las llanuras venezolanas con una fuerte disputa interior: seguir al método racional o dejarse guiar por el instinto.
Es parte de la trama de
Doña Bárbara, la obra más conocida de este autor (1884-1969), ligado muy joven a la docencia y la escritura, áreas desde donde expresó insistentemente la lucha entre la modernidad-lógica y el salvajismo de la naturaleza.
Doña... es la nueva publicación -sale este viernes al mercado por $1.990- que reedita el sello Cuarto Propio, en el marco de la campaña "democratización de la lectura", patrocinada por la Unesco.
Otras obras de este caraqueño, que además fue Presidente de Venezuela en 1948, siendo derrocado siete meses por un golpe de estado, son
La trepadora,
Cantaclaro,
Canaima,
El forastero, libro de breves relatos como
La rebelión y otros cuentos y el drama
El milagro del año.
De sus textos se entendió no sólo la esencia del hombre venezolano, sino también la de hombres y mujeres de América Latina en general.
LA OBRA
El regreso de un hombre, Santos Luzardo, a la tierra que lo vio nacer desencadenará la historia de
Doña Bárbara, uno de los grandes clásicos latinoamericanos, capaz de captar no sólo la lucha por el poder entre los hombres sino una disputa sin cuartel entre la razón y el instinto.
"La violencia de las llanuras sin ley, donde el honor y la palabra de un hombre valen más que lo material, marca el destino de los personajes, una constante disyuntiva entre el mal y el bien, el orden o el caos, la razón o el instinto, lo masculino y lo femenino", sostiene la editorial respecto de la obra.
Este texto de Rómulo Gallegos nos aproxima a temas que "rompen con el tiempo, el espacio y con fuerzas oculta"; háblese del retorno a la tierra madre, la memoria fragmentada entre recuerdo y realidad, el enfrentamiento con la violencia aplastante y subyugadora, y la constante necesidad de salir a flote, entre otros.
Además los personajes se ven enfrentados a la codicia rastrera y corruptora y aquella necesidad básica llamada libertad. Son conceptos que van dando ritmo a la lectura.
