SANTIAGO.- "Es la estrella del árbol de Navidad", exclamó desde México la escritora Elena Poniatowska, al recibir la noticia de que fue distinguida como la ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2001, que equivale a US$175.000, una escultura de Martín Chirino y publicación mundial de su obra
La piel del cielo.
La historia parte con una sencilla conversación entre madre e hijo ("Mamá, ¿allá atrás se acaba el mundo? No, no se acaba"), y se refiere a la búsqueda de un hombre, Lorenzo de Tena, un astrónomo, en las posibilidades de la ciencia para explicar el mundo; en ese proceso halla el desafío del amor. De tanto mirar hacia arriba ha perdido la noción de la vida que hay en la tierra.
"Las relaciones del protagonista con las mujeres suelen ser también fallidas, porque su trabajo le resulta más importante: sólo quiere que le dejen investigar. En un momento determinado de esa carrera por saber e investigar se halla, sin embargo, con el desafío verdadero de la vida, que es el amor, huidizo siempre y ahora también burlón", añaden en el sello Alfaguara.
Una obra, "con ritmo de educación sentimental", según dijo el presidente del jurado, el escritor Antonio Muñoz Molina. De este modo, el galardón vuelve a América, tras dos años seguidos en manos de escritores hispanos.
La novela es guiada por Lorenzo, mexicano nacido en 1920 y de la unión momentánea entre una madre soltera y un padre señorito. A la muerte de su progenitora se traslada, junto a sus hermanos, a la casa de su padre genético y de su tía Cayetana en la ciudad.
El protagonista se conmueve ante la contradicción de su afán intelectual y la injusticia social y burocracia de su país. Ambiente que califica de "noventaiochista" el jurado Muñoz Molina, según el diario "El País", y que halla un paralelo con Tiempo de silencio, de Martín Santos, otra novela de un científico en un país sin ciencia.
El jurado, además de Muñoz Molina (presidente), lo integraron Rosa Regás (secretaria), Germán Castro Caycedo, Omar Prego Gadea, Adriana Ozores, Juan Cruz y Gonzalo Celorio (todos vocales). Este último, compatriota de Poniatowska, sostuvo que la narradora es una "gran luchadora social, esforzada en dar la voz a quien no la tiene".
El jurado destacó la obra como "la novela de un personaje que busca en las posibilidades de la ciencia la explicación del mundo (.) una biografía que se confunde con la historia de México". Una historia, además, de validez universal, según enfatizaron sus miembros en el animado debate que luego se abrió con periodistas de ambos lados del Atlántico.
La premiada autora, desde México, aprovechó de reivindicar la validez de la marcha zapatista y la figura del "comandante Marcos", de quien dijo "da la voz a quien no la tiene".
