SANTIAGO.- Con la alianza entre las poderosas casas editoriales Ediciones B y Santillana, nace este mes el sello "Punto de lectura" que busca -como dicen sus gestores- "terminar de una vez con la piratería de libros" y editar "más libros para más gente" con un interesante catálogo de bolsillo.
Tal objetivo se fundamenta en que será una colección con más de 140 títulos de autores prestigiosos durante el 2001 (12 cada mes), precios accesibles a todo público (entre $3.500 y $5.000 más IVA) y un catálogo que incluye best sellers mundiales (Noah Gordon, Stephen King), maestros de la literatura universal (Tom Wolfe, Breat Easton Ellis, Paul Bowles) y grandes escritores de letras hispanas (Antonio Muñoz Molina, Bernardo Atxaga, Javier Marías).
De este modo, Ediciones B -con las 20 colecciones del sello Javier Vergara- y Santillana -a través de sus filiales Alfaguara, Taurus y Aguilar- buscarán satisfacer aquella demanda insatisfecha de lectura por motivos económicos.
"Terminaremos con el cuento de que en Chile los libros son caros, si tenemos los mismos precios de bolsillo que en Estados Unidos (US$7,69 aproximadamente). Además, como son títulos ya traducidos, con corrección de estilos y diagramados, se han amortizado los costos básicos, y por ende nos permite sacar ediciones de 300 mil ejemplares por América Latina y España", sostiene Pablo Dittborn, gerente de Ediciones B.
Entre los títulos que incluye marzo, destacan
Corazón tan blanco, de Javier Marías;
Nosotras que nos queremos tanto, de Marcela Serrano;
El club Dumas, de Arturo Pérez Reverte;
Entrevista con el vampiro, de Anne Rice;
Memorias de una geisha, de Arthur Goldeen, por nombrar algunos.
"Por ejemplo,
Corazón tan blanco que en el mercado tiene un valor de $12.300, en esta colección tendrá un precio de $4.000, o sea hay una rebaja del 67,72 por ciento por tiraje", afirma el ejecutivo de Santillana, Carlos Ossa.
Con este esfuerzo, ambas casas editoriales sustentan un nuevo mecanismo de defensa ante la copia y venta ilegal de textos. "No creo en un solo mecanismo, pero es el arma de editores, libreros, aparte de las instancias legales y policiales. En Argentina, el comercio de la piratería es nulo porque la legislación es rígida y el consumo de lectura se ha consolidado", advierte Dittborn.
En tal sentido, la idea es ampliar el margen de lectores, por lo que no se busca traspasar consumidores de "tapa dura" (libros de alto costo) a ediciones de bolsillo (más baratas, menor calidad de papel y letra chica). Todo lo contrario, afirman sus ejecutivos.
"Vamos a incorporar a personas de bajo hábito de lectura a ediciones de bolsillo, categoría que es
boom en países desarrollados, como Alemania y Francia, donde significa casi un 50 por ciento de la lectura total, y no tiene ninguna relación con un bajo ingreso per cápita", aseguran los gestores de "Punto de encuentro".
Además se establecerán nuevas plataformas de ventas a las tradicionales librerías y kioskos, al considerar vitrinas en supermercados, estaciones de servicio (Esso-Copec), farmacias y andenes del Ferrocarril Metropolitano. "Tenemos ya la máquinas expendoras, probadas, para entregar libros, sólo hay que instalarlas en el Metro", anuncian.
Autores y títulos del catálogo