MADRID.- El poeta chileno Nicanor Parra hace una "rememoración irónica" del Siglo XX desde la perspectiva de "los suburbios del arte", en una singular exposición de su obra que será inaugurada el próximo miércoles en Madrid.
El propio Parra explicó este jueves en la capital española que ha reunido por primera vez su obra visual en una exposición que representa una "rememoración irónica de lo que fue el Siglo XX".
Sus poemas, acompañados de imágenes, están cargados de ironía, sarcasmo y sabiduría, pero -según el poeta- no se incluyen "en la categoría del arte, sino en sus suburbios".
Desde Madrid, la muestra volverá en junio a Chile para ser expuesta posteriormente en otras ciudades latinoamericanas y retornar finalmente a Santiago para ingresar en un "antimuseo" permanente dedicado a Parra, que se proyecta crear en la capital chilena.
La exposición, producida por la Fundación Telefónica de Chile, quedará abierta al público el próximo 25 de abril en la sede madrileña de la multinacional española.
Aglutina prácticamente la totalidad de los "artefactos visuales" del poeta.
La muestra está dividida en tres pilares básicos:
- "Los trabajos prácticos".
- "Las Bandejitas"
- "Las Tablitas de Isla Negra".
A ellas se agrega otra sección de obras de gran formato, integradas fundamentalmente por... ataúdes.
Al referirse a las obras "antiguallas del Siglo XX", el poeta dijo que el Siglo XX representa una época que "acaba de ocurrir" y que ha contado con sus "objetos típicos, como la Estatua de la Libertad o la Revolución Industrial".
En estas obras del Siglo pasado "hay mucho de dadaísmo, de surrealismo y de otros 'ismos', pero yo no quiero pasar a la historia del arte", dijo Parra, para quien sus "artefactos" son "bombas de racimo cuyas esquirlas no se sabe nunca la reacción que van a causar en el espectador".
En lo personal, Parra se confesó "deudor" de poetas chilenos tan prestigiosos como Vicente Huidobro, Pablo Neruda o Pablo de Rocka. Sin embargo aclaró: "Paso por todos ellos, pero no me instalo en ningún pronunciamiento".
Sin olvidar su primer viaje a Nueva York, en los años 50 para estudiar mecánica cuántica, Parra recordó que muchos de los eslóganes publicitarios que poblaban la ciudad de los rascacielos eran "artefactos visuales" u "obras públicas", como pensó originalmente bautizar sus propias creaciones.
"La publicidad ha superado en ocasiones a la poesía" y se ha convertido en "el arte popular actual", afirma el autor de "Poemas y Antipoemas" (1954), obra con la que el autor "trasladó" la atención de la poesía "del oído al ojo del lector", según sus propias palabras.
Las composiciones visuales del chileno son consecuencia última del "antipoema", el género que otorgó a Parra el reconocimiento universal.