BOGOTA.- Betty la Fea, el personaje televisivo que durante año y medio ha cautivado a virtualmente toda América, no es un modelo de mujer honesta, sino que ha cometido tantos delitos que debería estar en la cárcel, opina el fiscal general de la nación Alfonso Gómez Méndez.
"Se ha dicho que Betty es la reivindicación de las feas y la expresión de una colombiana modelo. Nada más alejado de la realidad. La Betty de la novela no sólo no es modelo, sino que debería estar en La Modelo o el Buen Pastor (dos cárceles de Bogotá), como casi todos los demás protagonistas", escribió Gómez Méndez en un artículo publicado en el diario "El Tiempo".
En el artículo, el fiscal analiza las situaciones registradas en la telenovela y asegura que si bien Betty se sintió motivada inicialmente por el amor de Armando, luego, para protegerlo y salvar de la quiebra su empresa de modas, se lanzó por el despeñadero de la delincuencia.
"En la novela, a través de la mayoría de sus protagonistas, casi campea la falsedad delictual: fraude procesal, estafa, abuso de confianza, contrabando, falsedad documental", afirma el fiscal en su análisis legal.
"Casi que la única que aparece en toda su extensión con sus miserias, debilidades y flaquezas, sin cometer delitos (no lo es no pagar deudas ni seducir a los hombres con sus encantos para obtener ventajas terrenales) es Patricia, la peliteñida, quien se muestra como es, sin atenuantes, auténticamente falsa", agrega el funcionario.
El episodio de los capítulos finales en el que don Armando se apodera subrepticiamente del diario de Betty y se entera del amor que ella le profesa y el sufrimiento que le ocasionó con sus maniobras, es considerado por el fiscal como "violación de la correspondencia", así sea con el loable fin de recuperar el amor de la protagonista.
"Yo soy Betty la fea", la más popular de las telenovelas colombianas de todos los tiempos, que tiene una audiencia calculada en 80 millones de televidentes en las Américas, termina la próxima semana.
En el capítulo final, Betty se casa con don Armando, en una vistosa ceremonia en la cual Beatriz Pinzón, que ha dejado su fea imagen inicial, luce radiante con un vestido de novia inspirado en el que usó para su boda la prometida de John Kennedy Jr.
Para reivindicarse de sus maldades y de los sufrimientos que le ocasionó, don Armando le depara una agradable sorpresa a Betty en el día de su boda: Al entrar a la iglesia, Armando Manzanero y Olga Tañón interpretan a dúo el romántico tema "Somos novios".