CANNES, Francia.- Unico largometraje latinoamericano de la selección oficial del Festival de Cannes, "La Libertad", del argentino Lisandro Alonso, convierte al espectador en testigo de un día en la vida de un hachero de la pampa.
Presentada este jueves en la sección oficial fuera de concurso Un Certain Regard, "La Libertad", es la primera película de Lisandro Alonso, y en tanto tal candidata al premio Cámara de Oro, en el que concursan todas las primeras obras presentadas tanto en la selección oficial como en las secciones paralelas del Festival.
Alonso filma minuciosamente la rutina diaria de un hachero de la pampa que vive en un aislamiento casi total. De manera original y sumamente sobria, sin actores, dado que los personajes se interpretan a sí mismos, con largos planos de cámara fija y prácticamente sin diálogos, el director argentino opta por convertir al espectador en testigo de una vida humilde en un día cualquiera en el que no ocurre nada extraordinario.
Pero cuando se le pregunta a Lisandro Alonso si su obra no es más un documental que una película de ficción, él responde: "La frontera entre el documental y la ficción yo no la conozco. Supongo que un documental es más informativo y mi película apunta a crear un mundo imaginario y a plantear líneas de pensamiento que no van con el documental".
"La película no informa qué siente el personaje, no es un alegato, ni una protesta, se trata de imaginar cómo vive cada uno y creo que ahí radica la ficción. la ficción la crea el propio espectador", añade, recalcando: "Yo no la concebí como un documental".
La ficción la elabora también la sonorización, que "construye la realidad sin modificarla", acotó Alonso en entrevista con la AFP.
Misael (prácticamente el único personaje, puesto que los otros aparecen sólo fugazmente) es un hachero de la pampa que nunca fue al cine y nunca vio una película. Para trabajar con él "más que indicarle una actuación, se creó una confianza mutua sobre el proyecto de filmar su vida", dijo.
"Elegí hacer esta película porque me sentí identificado con él, con la manera cómo vive. El personaje tiene mi misma edad (26 años). Me resulta interesante pensar en su vida, en la soledad y la incomunicación en que vive. Y creo que la suya puede ser la vida de cualquiera. Su soledad refleja la que puede sertir el hombre de ciudad" con su rutina cotidiana y sin hablar nunca ni con su vecino de departamento.
""La Libertad" sugiere líneas de pensamiento. Me interesa más preguntar o sugerir que afirmar. Quiero que cuando alguien vea la película se pregunte si es éso la libertad. El vive en el medio del campo, se diría que libre, y sin embargo está esclavizado a una especie de rutina de vida. Hace lo que quiere, no depende de nadie, pero a la vez nunca va a poder liberarse del ámbito que lo rodea", explica el director.
"Mi película requiere la mente del espectador. Yo sugiero cosas y si el espectador no las ve, las repiensa y las compara con su propia vida, entonces no sirve", afirma Alonso, reconociendo que se trata de una apuesta arriesgada y que pudiera no ser apreciada por parte del público.
"La Libertad", que cuenta con los cineastas Martín Reijtman ("Silvia Prieto") y Pablo Trapero ("Mundo Grúa") como productores asociados, será estrenada en Argentina a fines de mayo o mediados de junio.