PISA.- Cuadrillas de trabajadores comenzaron a retirar el martes dos juegos de andamios de acero adosados a la Torre Inclinada de Pisa, en una de las fases finales de un plan para enderezar parcialmente el famoso monumento.
Los cables de 102 metros de largo fueron ajuntados a la torre en 1998 como precaución en caso de que necesitara ser jalada con fuerza mientras el suelo bajo sus cimientos era excavado. Los tirantes, sin embargo, no han sido necesitados.
El retiro de los tirantes será completado a tiempo para una ceremonia de reinauguración de la nueva torre enderezada, programada para el 16 de junio, dijo Paolo Heiniger, supervisor del proyecto.
La torre fue cerrada al público hace más de una década, cuando algunos funcionarios temieron que estaba comenzando a inclinarse demasiado y que podría caer.
El trabajo para detener la creciente inclinación de la torre ha durado más de lo planeado, pero los funcionarios esperan que será abierta a los turistas en el verano.
Cuando comenzaron los trabajos, la torre tenía una inclinación de seis grados, o 3,9 metros, con respecto a la perpendicular de su lado sur.
Al remover una pequeña cantidad de suelo, la torre se ha asentado mejor y ahora tiene una inclinación de aproximadamente 40,6 centímetros menos, es decir, casi la inclinación que tenía hace 300 años.
La disminución de la inclinación no es suficiente para que el ojo humano la detecte, pero sí suficiente para estabilizar el monumento, dijeron algunos expertos.
La torre comenzó a inclinarse cuando el suelo bajo ella comenzó a correrse poco después de comenzar los trabajos de su construcción en 1173.
