CANNES.- "Mi condición de exiliado económico sigue determinando la elección de mis proyectos" de cineasta, declaró el director chileno Raúl Ruiz, cuya película "Las almas fuertes", adaptación del libro del escritor francés Jean Giono, clausura este domingo el Festival de Cannes.
Al preguntársele el por qué de su opción y si no preferiría adaptar autores latinoamericanos, Ruiz respondió: "De tanto en tanto hago propuestas para adaptar novelas latinoamericanas en Chile y siempre me dicen que no".
"De alguna manera mi condición de exiliado económico sigue siendo determinante en la elección de mis proyectos" de cineasta, agregó en la conferencia de prensa de presentación de su película, la cual fue acogida con mucha frialdad en la proyección de prensa, sin que se escuchara un solo aplauso al finalizar la misma.
Evocando la importancia que tiene el Festival de Cannes, el director chileno adoptado por Francia no vaciló en comparar este festival con un basurero, pese a que él es un asiduo participante del mismo.
"Voy a ser un poco provocador, pero a esta pregunta respondo siempre con lo que decía Hubert Bals, que fuera director del Festival de Rotterdam. El decía que estaba bien que existieran los festivales de Cannes, Venecia y Berlín porque son tres grandes basureros, y los basureros son indispensables, y así se dejan las películas singulares para los otros festivales. Lo que habría que tratar es que no haya basura nuclear, y esto empieza a ocurrir", respondió.
"Yo no adhiero totalmente a lo que él decía, pero hay también un poco ese costado de reciclaje de desechos. Pero por suerte hay también otras cosas", agregó.
Respecto a la elección de Giono, Ruiz indicó que el guión que le propusieron le interesó. "Luego leí la novela y creí reconocer en ella personajes que ya conocía, personajes de mi país, de mi familia, e incluso de la literatura chilena", y problemas que nos planteábamos en Chile tiempo atrás, como el del habla de los personajes populares o cómo recrear la naturaleza sin caer en lo pintoresco. "De manera que esta película fue para mí una vuelta atrás y la ocasión de volver a plantearme esos problemas".
"Giono tiene algo muy interesante en su obra. Como en la cultura española, el honor, tal como lo pinta Lope de Vega, es decir la imagen que el otro tiene de mí es la verdad. Yo soy esa imagen en el otro. Y cuando los otros son el diablo esa imagen es diabólica", explicó.
Como en una obra de teatro que yo monté en su momento, "El esclavo del demonio", de Mira de Amescua, que "contiene la visión del diablo más turbadora y más sorprendente que se haya inventado nunca: es el pueblo. Hay algo de eso en la novela y también en la película", acotó.
Respecto a la opción de la modelo francesa Laetitia Casta para interpretar el personaje principal de su película, Ruiz respondió: "Es simple, el personaje es una muchacha de unos 20 años sumamente bella, como Casta" y no hay muchas actrices con esas características.
Declaraciones que, junto con la opinión sobre el festival, producirán sin duda reacciones descontentas en el mundillo del cine.
Por su parte, la bella Casta, a la que Ruiz dio con éste su primer gran papel cinematográfico, destacó que para ella fue una enorme suerte poder trabajar con gran director como Ruiz, cuyo arte le facilitó enormemente el trabajo.
"No tenía la impresión de hacer cine, todo era continuo como en la vida, el rodaje no se detenía. Las relaciones con los otros actores, con los otros personajes, se instalaban sin dificultades", dijo.