DUBLIN.- El actor inglés Jeremy Irons ha levantado una ola de críticas furiosas entre sus vecinos irlandeses al pintar de color rosa la fachada de su castillo en el condado de Cork, en el sur de la República de Irlanda.
El actor, que pidió permiso hace tres años a las autoridades del condado para restaurar su castillo y anunció que iba a gastar más de 770.000 libras (unos 1,16 millones de dólares) en devolverle su original esplendor, comparte la propiedad con su mujer, la también actriz Sinead Cusack.
El castillo de Kilcoe, del siglo XV, fue testigo de una terrible batalla en 1603, en la que los clanes locales opusieron resistencia a los soldados ingleses que terminaron por derrotarlos.
La oficina de preservación del patrimonio de la República de Irlanda declaró hoy que no tiene objeciones al color ni a la técnica utilizada en la restauración de la fachada del castillo ya que -según explicó- con el tiempo el tono melocotón perderá intensidad.
En la técnica para restaurar y preservar la piedra de la fachada exterior del castillo se utilizó una mezcla a base de sulfuro y otras sustancias que le dan la apariencia rosada.
Mary Mackey, editora del Mizen Historical Journal, ha reaccionado alarmada por la apariencia del castillo y declaró que "cuando lo vi por primera vez estaba horrorizada".
"Esto no era lo que esperaba y cuando hablamos sobre el castillo con el señor Irons, éste no mencionó que iba a pintarlo", añadió Mackey.
Irons se encontraba en Los Angeles cuando se llevaron a cabo los trabajos de restauración de la fachada del castillo, según publica el periódico The Irish Examiner, al que el actor ha confesado que le gusta como ha quedado su propiedad.