BADAGRY, Nigeria.- Nigeria inauguró el domingo el primer Festival de la Herencia Negra, cuyo objetivo es establecer vínculos entre los miembros de la diáspora negra en el mundo.
Por vez primera desde el Festival de Artes y Cultura Nerga (FESTAC), realizado con éxito en 1977, Nigeria organiza un acontecimiento destinado a presentar danzas, obras de teatro, creaciones musicales, pero también a evocar su papel en el comercio de esclavos ante un público negro internacional.
"Se trata de una tentativa de hacer volver a su tierra a los americanos de origen afircano, para acercarlos a sus raíces y mostrarles su herencia aquí, en la ciudad en la que empezó su viaje", declaró Idowu Sonubi, alta funcionaria del ministerio de Cultura nigeriano.
Badagry, la ciudad elegida como sede del Festival, fue una de las encrucijadas del comercio de esclavos entre los siglos XVI y XVIII, precisó Sonubi.
A diferencia de otros países de Africa occidental, como Benin, Ghana o Senegal, Nigeria no había realizado todavía una tarea de memoria sobre el comercio los miles y miles de hombres y mujeres de la región que fueron llevados como esclavos a América.
Con este Festival, que va a convertirse en una cita anual, las autoridades nigerianas se plantean recordar los itinerarios que seguían las caravanas de esclavos a lo largo de la costa.
El Festival empezó el domingo con un desfile de carnaval, encabezado por bailarines que representaban las escenas de captura y embarque de los esclavos, que terminó por la noche en el puerto de Gberefu, desde donde los barcos negreros partían hacia América.
En el programa de hoy figuran una demostración de lucha africana tradicional, una regata, una proyección de películas y una velada musical.
El martes, está prevista una visita guiada de los lugares en los que se realizaba la trata de esclavos.
"Estoy conmovida y dolorida. He vuelto a mi tierra", declaró Marcia Glenn, segunda vicepresidente de la Conferencia Norteamericana de alcaldes negros, que asistió al espectáculo del domingo.
"Es una experiencia conmovedora", consideró asimismo Christopher Campbell, alcalde de Eastover, ciudad de Carolina del Sur (EEUU).
"La cultura, la creatividad, la herencia, el homenaje que los nigerianos rinden a sus antepasados es una lección que nos llevaremos al partir. Esto sobrepasa todas mis esperanzas. Es una experiencia sumamente emocionante para mí, en tanto africano-norteamericano, el encontrarme aquí, en mi tierra", dijo.
Entre los espectadores del Festival se encontraba también el escritor nigeriano Wole Soyinka, premio Nóbel de Literatura 1986, quien se declaró sumamente contento de que este acontecimiento haya sido organizado.
"Es algo que hubiera debido realizarse hace mucho tiempo, y debe continuar. Traer a su tierra a la diápora negra es una buena cosa. Es algo que debe continuar y agrandarse", declaró Soyinka.