NUEVA YORK.- Con valores de venta casi 50% inferiores al promedio de los últimos años de arte latinoamericano, Christie's abrió la noche del miércoles las subastas de otoño, donde dos coleccionistas dominicanos compraron "Madre Feliz", del maestro mexicano Rufino Tamayo, en US$556.000.
Las subastas continúan hoy en Sotheby's. El mayor precio de la velada anoche, en una venta dominada por artistas contemporáneos jóvenes, cuyas obras raramente fueron subastadas a precios por encima de los U$S50.000, en tanto el monto total de ventas de la noche (US$4.251.525) fue ampliamente el más bajo que se conozca.
El gran traspié lo sufrieron cotizados artistas mexicanos, aunque el catálogo de la firma del Rockefeller Center ni incluyó obras a la altura de la calidad y la exigencia de los coleccionistas mexicanos, latinoamericanos y estadounidenses, los grandes animadores de las subastas.
Christie's no pudo vender "Naturaleza muerta con perico y bandera" de Frida Kahlo, estimada entre US$800.000 y US$1.200.000, ni tres obras de Diego Rivera ("Juana Rosa" y "Paisaje de Pedregal", dos de ellas).
La excepción la constituyó "Construcción (boceto para el mural de St. Bois)", del maestro constructivista uruguayo Joaquín Torres García, subastada en US$446.000, la segunda mejor vendida de la noche.
De David Alfaro Siquieros se vendió "Proyecto para el mural sur de la Cd. Universitaria", en US$270.000, mientras "L'homme et oiseau", de Tamayo, se vendió a US$193.000, y dos de los cinco Boteros ofertados ("Familia" y "Frente a la Catedral", se vendieron cada uno a US$160.000.
Al mismo precio se vendió "Visitador de Cascadas", del maestro cubano contemporáneo Tomás Sánchez, en tanto "Meditador con expectativas", del mismo autor -que lo ofertó para subastarlo a beneficio de una organización yoga internacional-, se vendió a US$143.500, muy por encima de la estimación de US$40.000 a US$50.000 con la que la ofreció Christie's.
Se vendieron 47 de los 70 lotes ofertados, y sólo un tercio de los que superaron los US$100.000 de base.
"Madre Feliz" fue adquirido por los coleccionistas Isaac Lif, de Miami, y el dominicano Manuel Ma. Pimentel, un hotelero que tiene previsto exhibir la obra de Tamayo en el lobby del hotel-casino que posee en Santo Domingo.
La prestigiosa ex directora de Arte Latinoamericano de Christie's lamentó al final de las ventas la ausencia de los compradores mexicanos, el gran revés de la velada, y reconoció que la casa no había ofrecido el mismo nivel de calidad de obras que Christie's vendió en las décadas del 80 y el 90.