MILAN.- La célebre soprano italiana Gina Cigna falleció hoy en Milán a los 101 años después de diez días de estar internada en un hospital a causa de problemas cardíacos y respiratorios, anunció su nieto.
Gina Cigna había nacido en Angéres, en las afueras de París, el 6 de marzo de 1900 y debutó en 1927 en la Scala de Milán en el rol de Freja de la ópera de Richard Wagner "El oro del Rhin", primer capítulo de la Tetralogía, pero el repertorio que le era más afín era el verdiano y el verista.
Lamentablemente su carrera fue muy corta, apenas 20 años, hasta que en 1947 la truncó un accidente de carretera.
La cantante descubrió sus dotes vocales después de diplomarse como pianista en el Conservatorio de París (entre sus profesores se contó Alfred Cortot) cuando asistió a una representación de una obra de Jules Massenet.
Decidió entonces hacer estudios autodidactas antes de perfeccionarse con tres grandes maestras como Emma Calvée, Darclée y Rosina Storchio.
Cantó con Arturo Toscanini, con Gino Marinuzzi (los consideraba las cumbres de la dirección de orquesta de la mitad del siglo 20) y con los mayores directores de la época y fue sobre todo una eximia Turandot (la cantó 493 veces) antes de la llegada de Birgit Nilsson.
Dotada de una voz de rara potencia y movilidad, gracias a una técnica increíble de la que dan fe algunas grabaciones, sabía también moverse en escena.
Entre sus roles más frecuentados figuran además Norma, Gioconda, Loreley, Wally, Amelia (de "Un ballo in maschera" de Giuseppe Verdi) y Maddalena (de "Andrea Chénier" de Andrea Giordano).
Si bien nacida en París se consideraba milanesa a todos los efectos porque en esta ciudad debutó y cantó los mejores roles de su carrera y aquí se dedicó a la enseñanza (después de pasar por los conservatorios de Toronto, Roma, Génova y la Chigiana de Siena).
