PARIS.- Es leal y nunca porfiado, le gusta la polémica, pero sin escándalo. Estas cualidades hicieron de Bernard Pivot, el "Papa" de la literatura francesa, uno de los conductores de televisión e intelectuales más populares y exitosos de Francia.
Este viernes moderará por última vez su programa literario "Bouillon de culture", que en diez años se convirtió en una verdadera institución que convocaba cada semana a cientos de miles de telespectadores.
El final de la emisión es consirado una lenta retirada de Pivot del negocio literario. La prensa francesa incluso habla de un "día de duelo nacional".
"Creo que es hora de dejar el campo libre a la gente joven. El formato de los debates ya quedó anticuado. La nueva generación quiere programas más rápidos y espectaculares", sostiene Pivot, de 66 años.
Pero parece que sólo él tiene esa opinión. Para el historiador Pierre Nora, Pivot es una potencia en el mundo literario y "el único que hoy puede convencer a la gente de que lea". Según una encuesta, un 28 por ciento de los franceses lo elegirían incluso como ministro de Cultura.
"Bouillon de culture" se emitió por primera vez el 12 de enero de 1991 en la televisión pública France 2, sucediendo al no menos exitoso "Apostrophes".
En el programa no sólo se discutía sobre literatura, sino también sobre libros de cocina o de jardinería, o se entrevistaba a actores y directores de películas que estaban a punto de estrenarse. Además, Pivot siempre invitaba a los autores a debatir sobre su obra.
Cuando alguien hablaba demasiado o utilizaba expresiones complicadas, ponía fin al discurso con preguntas muy precisas. La mayoría de las veces el conductor, nacido en Lyon, llevaba a sus invitados a charlar, pero a veces también provocaba algún intercambio verbal menos amable, y, en ocasiones, el disgusto de los invitados se dirigía contra él, sobre todo cuando Pivot les hacía notar algún error estilístico en sus libros.
En sus 27 años de carrera televisiva, este crítico literario contó con una impactante lista de invitados en su programa, entre ellos, el escritor de policiales Georges Simenon, la escritora Marguerite Duras, el disidente soviético Alexander Solzhenitsin o el autor de "Lolita", Vladimir Nabokov.
Pivot recuerda muy bien sobre todo a Charles Bukowski, que tras cuatro botellas de vino blanco apareció tambaleante en el plató y se retiró del debate sin pronunciar palabra.
Tras 407 emisiones de "Bouillon de culture" y 724 de "Apostrophes", el ambiente literario francés lamenta la despedida televisiva de este hombre que tenía la capacidad de "lanzar best sellers".
Algunos aseguran que las ventas de libros de autores que habían dado una impresión positiva en su programa aumentaban en un tercio. Hace pocos días, la escritora francesa Dominique Rolin anunció en nombre de otros 150 colegas: "Su despedida es una gran desilusión para todos los escritores, jóvenes, viejos, exitosos o llenos de esperanza".