MOSCU.- Un filme realizado durante la primera fase del intento de recuperación de los restos del "Kursk" -en curso desde hace algunos días en el Mar de Barents- podría replantear dudas sobre las causas del hundimiento del submarino nuclear ruso, que provocó la muerte de 118 marinos en agosto de 2000.
Las imágenes, hoy a disposición de todas las televisoras, muestran la proa del "Kursk" semidestruida. Sin embargo, y ésta es la sorpresa, no se ve ningún torpedo.
Este detalle podría hacer incuestionable la hipótesis de la explosión interior accidental de una bomba, considerada desde hace tiempo la más probable causa del siniestro y preferida a todas las otras, particularmente por los analistas occidentales.
El filme fue realizado con un robot antes de las inmersiones el sábado de los buzos encargados de realizar los preparativos para recuperar los restos del submarino, que tiene 150 metros de largo, empresa que debería llegar a término del 15 al 20 de septiembre.