SANTIAGO.- "Soy un escritor súper ensimismado conmigo mismo, obsesionado, que escribo desde los cinco años, aunque no me crean, es verdad. Siempre escribo como de espaldas a la realidad, la imagen es mirando mi ombligo, por eso te digo que no miré los diarios para escribir
Edipo asesor, pero se da que lo que me molesta de la realidad, en este texto, también le desagrada a una gran mayoría de este país".
Palabras de un prolífico dramaturgo -más de 20 obras escritas, algunas con indiscutible éxito como
El coordinador- que responde al nombre de Benjamín Galemiri y que no elude sus obsesiones íntimas a la hora de llevarlas al papel: "La figura del padre está en todas mis obras, la imagen del padre ¡me obsesiona la figura paterna! el control, el poder; es un teatro reconocible porque es mi biografía".
En el caso de
Edipo asesor, que se presenta en la
VII Muestra de Dramaturgia Nacional, fue escrita para la compañía El Bufón Negro, pero llevada a escena por la agrupación La Puerta. Galemiri añade otro tópico en la historia: la retórica de las palabras.
"Vivimos en un gran cantinfleo, entre la retórica aristotélica y la desesperación por conocernos. Es un tema que también me obsesiona, el manejo aparente, el decir mucho pero al final es nada. Cada frase en la obra es un parto de palabras, una verdadera bomba atómica", añade.
¿Este texto lo desarrollaste con algún aporte estatal?
"Lo escribí el año pasado y, como la mayoría de las veces, lo hice gracias a la beca Benjamín Galemiri (se ríe y ofrece premios para el 2002). Es una historia que, según Luis Ureta (el director), puede durar dos horas, aunque en el montaje llega a 50 minutos. Debo reconocer que salió en un momento de fluidez, de puro placer".
Fluidez llena de ataques certeros al mundo de la política...
"Me atrae saber lo que hay debajo de la política; creo que hay sexo, hay erotismo filosófico del lenguaje, por eso lo de Edipo, por eso también esa vanidad. Es una cosa que me obsesiona de la política chilena: la represión sexual y esa construcción de un lenguaje que dice lo que no dice, es un lenguaje elusivo".
De esto y mucho más, con una propuesta coreográfica-musical, trae
Edipo asesor que este jueves 26, a las 21.00, se despide de la muestra en el San Ginés, para luego en agosto ir a Concepción y Valparaíso con los montajes
El desvarío, de Jorge Díaz, y
Costas de hielo, de Rolando Jara.
Antes, Galemiri promete entregar otra frescura de humor: "Es lo que me gusta del teatro, puedo meter todo de un modo transversal, junto con los temas freudianos, de Cantinflas, lo pop. Es como yo, en la mañana puedo ser un intelectual, en la tarde ir al cine y ver una película de Tarkovsky, más tarde leer algo de Enrique Lihn. Esta obra abre las conciencias y revela todo eso".