RÍO DE JANEIRO.- La literatura brasileña del siglo XX perdió este lunes a su novelista más popular y exitoso, el bahiano Jorge Amado, el escritor del alma brasileña, fallecido en su tierra, Bahía (nordeste), a los 88 años, víctima de un paro cardiaco.
Con su muerte, desaparece el escritor que mejor recreó el alma contradictoria de los brasileños, el que más justamente describió el espíritu lírico, trágico, sensual y místico de ese pueblo mestizo.
Nacido el 10 de agosto de 1912 en una hacienda de cacao de Ferradas, un poblado de Itabuna, municipio del sur del estado de Bahía, Amado narró con colores vivos y sensuales el nordeste brasileño y su negra Bahia. Fue "un pionero en crear un público para la literatura (brasileña)", según el historiador Nelson Werneck Sodré.
Ese arraigo y sentimiento de pertenencia al pueblo brasileño tal vez explique el éxito que el escritor obtuvo en el exterior, donde sus casi 50 libros fueron traducidos a 54 idiomas.
Para los expertos, Amado no sólo dignificó al pueblo brasileño, sino que fue "un creador de personajes admirables e inolvidables que son hoy en día pilares del imaginario brasileño".
Obligado a salir de Ferradas para realizar sus estudios secundarios en Salvador, la capital de Bahía, Amado empezó a interesarse por la política y acabó integrándose a un grupo de intelectuales rebeldes.
Pasó a colaborar con periódicos y revistas de izquierda, que expresaban su "inconformismo" con la situación brasileña de los años 20/30.
En 1930 se trasladó a Rio de Janeiro, después de haber publicado su primer libro -"Lenita"-, junto con sus amigos Dias da Costa y Edison Carneiro. Sin embargo, los historiadores y críticos literarios, consideran que su obra prima fue "País do Carnaval", publicado en 1931.
En Río de Janeiro se licenció en Ciencias Jurídicas y Sociales, pero el periodismo y la literatura ya le habían irremediablemente conquistado. Amado fundó y dirigió varios periódicos y revistas hasta ingresar al Partido Comunista Brasileño (PCB), liderado por el legendario revolucionario Luiz Carlos Prestes, de quien escribió una biografía titulada "Cavalheiro da Esperança".
A partir de entonces produjo varias obras comprometidas políticamente, como "Cacao" (1933), censurada y prohibida por el "Estado Novo" del dictador Getulio Vargas.
Amado no se intimidó con las prisiones sucesivas ni con la censura de sus obras y acabó siendo elegido diputado federal en 1945 por el PCB, representando al estado de Sao Paulo. Fueron sólo dos años de mandato, ya que el mariscal Eurico Gaspar Dutra, entonces presidente (1946/51), prohibió los partidos de izquierda en Brasil.
Perseguido, Amado abandonó Brasil y viajó por varios países del mundo, sin dejar de denunciar la situación política su patria y haciendo lo que mejor sabía: escribir sobre su país y la penosa vida de los más pobres, abandonados a su suerte y sin rastro de esperanza en sus vidas.
En los años 50 inauguró una nueva etapa en su obra, ampliando su temática e incorporando nuevos elementos, como el lirismo y el humor, lo que se ve plasmado en "Gabriela Cravo e Canela" (1958), uno de sus mayores éxitos internacionales, traducido a 33 idiomas.
En los últimos años de su vida, el célebre escritor se refugió en Salvador y se alejó de los actos públicos y los viajes debido a sus problemas cardíacos. En 1993, había sufrido un infarto de miocardio y dos años después fue obligado a someterse a una angioplastía, una intervención para liberar una arteria coronaria obstruida. Desde 1996, el novelista usaba marcapasos.
Amado será enterrado en Bahía, la tierra en la que vivirán para siempre sus personajes.
