MADRID.- El robo de varios cuadros de artistas como Goya, Juan Gris, Brueghel, Sorolla y Pissarro de la vivienda en Madrid de la empresaria española Esther Koplowitz fue condenado hoy por círculos artísticos españoles, mientras la policía trabaja sobre la hipótesis de que los delincuentes pedirán un rescate.
El director del Museo del Prado, Fernando Checa, aseguró en declaraciones a medios españoles que las obras no son vendibles ni en España ni en el extranjero porque se trata de cuadros muy conocidos y perfectamente identificados.
La policía española, que ya entregó toda la información disponible a Interpol, no descarta que los ladrones intenten contactar con la empresaria en los próximos días. De momento, se está investigando a las personas que realizaron recientemente trabajos de reforma en el departamento.
La directora de la feria de arte contemporáneo ARCO, Rosina Gómez de Baesa, opinó que se trata de un hecho absurdo y deplorable, y confió en que tratándose de obras tan conocidas y documentadas aparezcan muy pronto.
Un grupo de al menos tres hombres logró entrar ayer de madrugada al departamento de Koplowitz, una de las mujeres más ricas del mundo, y tras golpear a un guardia de seguridad se alzaron con un botín de catorce cuadros y otras seis obras de arte, cuyo valor se estima en varios cientos de millones de dólares.
Según la prensa española, sólo las dos piezas de Goya, "El columpio" y "La caída del burro", valen unos 10 millones de dólares cada una. Entre los cuadros robados figura además "Las tentaciones de San Antonio", de Peter Brueghel, "El paisaje de Eragny", de Camille Pisarro, y "Guitarra sobre una silla", de Juan Gris.
La policía cree que el robo fue obra de profesionales que tenían información detallada del interior de la casa. Koplowitz, de 50 años, se encontraba de viaje en el momento en que se produjo el robo. La familia anunció que recompensará a quien aporte información que lleve a la recuperación de los cuadros.
La empresaria, cuyo patrimonio es estimado en más de mil millones de dólares, es la principal accionista del mayor consorcio español en el rubro de la construcción, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Hija de un judío polaco que huyó a España perseguido por los nazis, Esther Koplowitz expandió la empresa junto con su hermana menor Alicia, que en 1998 se retiró de ella y vendió todas sus acciones.
