PARIS.- La cantante islandesa Bjork, que acaba de iniciar en París una gira internacional para lanzar su nuevo álbum "Vespertine", reunió hoy en la sede del Partido Comunista francés (PCF) a unos 200 periodistas de todo el mundo, con los que conversó sobre la vida, la muerte, la mujer y, por supuesto, la música.
Vestida en tonos claros, con un etéreo pañuelo transparente sobre los hombros y luciendo su melena morena en libertad, Bjork acudió a su cita con la prensa con casi una hora de retraso y encantó con sus palabras al auditorio tanto como lo había hecho la víspera con sus canciones.
Bjork se mostró muy satisfecha de su condición de mujer, algo que considera "un privilegio", entre otras razones porque en su país, cuando ella nació, "ya se había hecho lo más duro" en materia de igualdad de sexos.
La cantante dijo sentirse "muy triste por los hombres" y en particular, añadió, "por los machos anglosajones que están siempre obligados a vigilar su comportamiento".
Preguntada sobre el suicidio, la artista islandesa consideró que era una idea "muy aburrida", que "jamás me ha pasado por la cabeza".
Tras el éxito de sus dos primeros conciertos parisienses, celebrados el sábado y el lunes en el cine Rex, y antes de reunir los próximos 23 y 25 a un pequeño número de selectos invitados en la Saint-Chapelle, una siempre sonriente Bjork respondió sin reparo a las preguntas de doscientos periodistas internacionales.
En su bello inglés de acento islandés, la artista, que pese a su aspecto adolescente pronto cumplirá 36 años, explicó haber comenzado a trabajar en "Vespertine" -"la cara opuesta" de su anterior álbum, "Homogenic", de 1997-, antes de iniciar el rodaje de "Bailar en la Oscuridad", el filme de Lars Von Trier que le dio el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes hace dos años.
Insistió en que ambos álbumes eran opuestos, en particular por su deseo de hacer de "Vespertine" una obra íntima y personal, que fuese "como un murmullo accesible al mayor número posible de gente".
Bajo la cúpula de la sede del Partido Comunista francés, construida por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, la cantante, que con frecuencia completaba sus respuestas con expresivos movimientos de sus manos, dijo "estar orgullosa de hacer música pop para gente normal".
Después de París, Bjork, nacida en 1965 en Reikiavik, continuará su gira por diversos países antes de volver a la capital francesa para actuar en el Teatro de los Campos Elíseos.
El Liceo de Barcelona y la Scala de Milán serán, probablemente -todavía no hay una confirmación oficial-, otros escenarios por donde pasará la artista en esta gira mundial que el próximo septiembre le convertirá en la primera artista pop que actúe en la "English National Opera" de Londres.
En su espectáculo, que viajará también por Japón y Estados Unidos, le acompañan un coro de catorce cantantes de Groenlandia, la orquesta filarmónica "Il Novecento", dirigida por Simon Lee, la arpista Zeena Parkins y el dúo electrónico Matmos.