SAN SEBASTIAN.- Las dos películas presentadas hoy a concurso en el Festival de Cine de San Sebastián, la británica "The Warrior" y la francesa "La bici de Ghislain Lambert", tienen en común que sus protagonistas responden al perfil del antihéroe.
En momentos en que Gran Bretaña está desplegando sus efectivos en el sudoeste de Asia, el británico de origen indio Asif Kapadia presenta en su primer largometraje "The Warrior" un épico viaje de la violencia a la no violencia con el consecuente abandono de las armas.
Tras el éxito de su cortometraje de graduación "The Sheep Thief" en la Real Escuela de Bellas Artes británica, que obtuvo hace unos años el Premio del Jurado en Cannes, Kapadia no quiso optar por el camino fácil y se marchó a la India, país que apenas conocía, para rodar esta historia inspirada en una fábula japonesa.
Basándose en la tradición guerrera de los "rajputs", que vivieron en los desiertos y fortalezas de Rajstán, en el noroeste de la India, la película gira en torno a un guerrero (Irfan Khan) al servicio de un tirano, que desde su fortaleza en el desierto envía a sus hombres a matar a los lugareños que no pagan los tributos. Tras negarse a seguir matando, emprende un largo viaje hasta la montañosa región del Tibet.
"Es una persona diferente", explicó hoy en rueda de prensa el director. "Es una persona que intenta cambiarse a sí mismo y luego, tal vez, cambiar el mundo".
Interesado por el realismo mágico, Kapadia manifestó que se siente afortunado de la mezcla de culturas angloindia y aunque su formación es británica, donde le gusta rodar es en la India ya que está fascinado con la luz del país, así como sus gentes y la posibilidad de encontrar paisajes inexplorados, que en esta película adquieren una amplia presencia.
Kapadia, que hasta la fecha sólo ha mostrado la película en el pasado festival de Edimburgo, trabajó en esta ocasión con actores no profesionales.
En tanto, aunque la Vuelta Ciclista a España tenga hoy su jornada de descanso, "La bici de Ghislain Lambert", del francés Philippe Harel concurre por la Concha de Oro.
Los franceses, al igual que los españoles y los colombianos, son unos grandes seguidores de este deporte, y en los años 70 vivieron a leyenda belga Eddy Merckx. Sin embargo, esta película no se detiene en el Robert De Niro del ciclismo, sino en uno de los corredores del pelotón, esos que consiguen alguna vez un triunfo de etapa.
Mientras que el fútbol u otros deportes tienen varias películas, son contadas las que se han centrado en el mundo de líderes y gregarios del ciclismo. Harel, según explicó en rueda de prensa, con esta divertida comedia ha querido rendir un homenaje a los corredores que no suben al podium.
"No queríamos retratar a un héroe, queríamos retratar a un hombre", dijo el director en rueda de prensa.
Harel, guionista también de la cinta, y autor de trabajos como "La femme deféndue" o "Les randonneurs", es un inconformista que se atreve con cualquier género y en esta ocasión confía para el papel principal en el actor belga Benoit Poelvoorde, quien desempeña un fantástico trabajo como ciclista algo chapucero.
En tanto, hoy se vivirá uno de los momentos más emotivos del festival con el homenaje al actor español recientemente fallecido Francisco Rabal, quien iba a recibir el Premio Donostia.
El actor, que en 1953 en la primera edición del certamen obtuvo el premio al mejor actor, la primera Concha de Plata, será recordado por las personas que trabajaron con él como Carmen Sevilla, Ana Belén, José Coronado y Terelé Pávez, entre otros. Su hijo Benito Rabal recogerá el premio.
