LONDRES.- La casa real británica se indignó el jueves cuando descubrió que un equipo de televisión que estuvo siguiendo al príncipe Guillermo durante su primera semana en la universidad resultó estar trabajando para su tío, el príncipe Eduardo.
Los medios de comunicación reunidos en la Universidad de St. Andrews el fin de semana para una sesión oficial de fotos sobre la llegada de Guillermo, habían cumplido con un estricto acuerdo para dejar la localidad escocesa el lunes.
Es decir, todos cumplieron, excepto el equipo que trabajaba para Ardent, la compañía de producción de televisión creada por el príncipe Eduardo.
El acuerdo con los medios de comunicación es considerado crucial por responsables de la casa real, que están deseosos de evitar a Guillermo el acoso periodístico que persiguió a su madre fallecida, la princesa Diana.
Oficialmente, la oficina de prensa del Palacio de St. James, la residencia londinense del padre de Guillermo, el príncipe Carlos, expresó su disgusto. Pero personas de confianza de la familia real dijeron que Carlos estaba "ardiendo" por la ira y que los miembros de la corte también estaban furiosos.
"Obviamente estamos disgustados porque todos los demás medios de comunicación han cumplido con el espíritu del acuerdo para dejar en paz el inicio de la universidad del príncipe Guillermo", dijo una portavoz de la casa real.
Ardent dijo que la oficina de prensa de la universidad le había permitido filmar y que cuando Eduardo se dio cuenta de que había un problema pidió al equipo que lo dejara. La compañía no había intentado grabar a Guillermo.
Conocimiento total
El presidente de Ardent, Malcolm Cockren, manifestó que "para la grabación, el rodaje en St. Andrews el miércoles por Ardent Productions fue organizado con el total conocimiento y cooperación de la oficina de prensa de la universidad hace tres semanas".
"Ardent Productions respalda totalmente las restricciones para grabar al príncipe Guillermo en la Universidad St. Andrews y en ningún momento el equipo trató de filmar al príncipe Guillermo, lograr un acceso no autorizado o rodar en el campus", agregó.
Ardent está llevando a cabo actualmente una investigación en profundidad.
Andrew Neil, rector de la Universidad St. Andrews y ex redactor jefe del periódico británico Sunday Times, afirmó que el príncipe Carlos no era el único que estaba enfadado.
"Todos estamos bastante enfadados porque pusimos tanto esfuerzo en poner las normas y el equilibrio correcto para que los medios de comunicación pudieran tener acceso y el príncipe y el resto de los estudiantes pudieran continuar con sus estudios".
"Sabíamos que las normas no se cumplirían. Pensamos que probablemente serían paparazzi extranjeros o quizás alguna publicación sensacionalista británica quienes las incumplieran", expresó Neil.
"Tengo que decir que nunca se nos pasó por la mente que los primeros en romperlas sería una compañía en manos de un miembro de la familia real. Esto excede los límites de las convicciones", agregó.
Neil acusó al equipo de Ardent de traspasar ilegalmente la propiedad de la universidad y dijo que se produjo un altercado cuando se negaron a irse.
Neil dijo que quería una disculpa de Ardent y del príncipe Eduardo, y pidió que devolvieran la película que habían grabado.
Cuando responsables de la universidad hablaron con el equipo, los que primero aseguraron que eran independientes, pero luego admitieron que trabajaban para Ardent.
Guillermo, de 19 años, que ha comenzado una carrera de Historia del Arte de cuatro años, llamó después a su padre para quejarse de que se había violado su privacidad.
Eduardo ha sido criticado por utilizar sus conexiones reales para ganar comisiones para Ardent, empresa que creó en 1993.