LONDRES.- La magia de Harry Potter parece que también tiene efecto en el cine y no sólo en los más de 110 millones de libros vendidos. Con ovaciones celebró anoche el público invitado al estreno mundial de "Harry Potter y la piedra filosofal" en la londinense Leicester Square.
La estrella indiscutible del evento fue el muchacho de 12 años Daniel Radcliffe, el protagonista que interpreta al aprendiz de mago Harry Potter. El actor, que apareció sin sus gafas redondas y considerablemente más alto que en el largometraje, apenas era reconocible.
"Es alucinante", dijo con la voz entrecortada. "Nuca había visto a tanta gente gritando mi nombre", señaló.
Los invitados seleccionados se mantuvieron durante dos horas y media pegados a la butaca. El director Chris Columbus, que con éxitos como "Home Alone" y "Mrs. Doubtfire" se ha convertido en un experto en el cine familiar, ha empleado en esta producción 135 millones de dólares para convertir a la primera obra de la serie de Joanne K. Rowling en un éxito cinematográfico.
Los expertos en el sector estiman que la película podría recaudar más de mil millones de dólares.
"Todo ha funcionado de maravilla. Todo el mundo parece encantado", dijo Rowling tras el estreno que consiguió reunir fuera del cine a unos 5.000 fans, algunos de ellos ataviados con disfraces de magos.
La escritora, de 36 años, una madre soltera que escribió la primera entrega de la serie cuando recibía ayuda social, quiso en un principio mantenerse alejada de todo el bullicio del estreno, pero finalmente acudió con su novio, el doctor Neil Murray. Con su pelo negro y sus gafas, Murray ha sido descrito a menudo en la prensa como "Harry Potter de mayor".
Rowling había insistido en que la película fuese lo más fiel posible a su libro y por ello la cinta es una película inglesa al cien por cien, rodada exclusivamente con actores ingleses.
Ello también explica la longitud del largometraje, pues no se ha querido dejar nada fuera que la comunidad de fans considerara importante.
En la medida de lo posible todo debía ser como en el libro y parece que se ha conseguido en la cinta. Casi todo es como los fans se lo habían imaginado y algunas impactantes escenas pasan tan deprisa por delante del público que crean atmósfera sin entorpecer la fantasía del propio espectador.
"Fue fantástico", dijo la duquesa de York, Sarah Ferguson, que acudió al estreno con sus dos hijas Eugenie y Beatrice. También se mostraron fascinados Mick Jagger y su ex mujer Jerry Hall, que acudieron al estreno con tres de sus hijos.
Sin embargo, Philip, el sobrino del cantante Cliff Richard matizó: "Ha sido un poco más tenebroso que en el libro".
De hecho hacia el final de la cinta, cuando se desenmascara la verdadera identidad de Lord Voldemort, la encarnación del mal, y éste lucha a vida o muerte con Harry Potter, puede ser que lo que el lector se imagina sea algo más suave que las imágenes que aparecen en pantalla.
La música de John Williams, que recuerda en ciertos momentos a Richard Wagner y a Edvard Grieg, anuncia cuándo el peligro es inminente.
"La película sencillamente es buena. No necesitamos a esta gente, que también acudiría a la apertura de un sobre, comentó el actor Richard Harris sobre el selecto y engalanado público del estreno.
Harris, que interpreta al maestro bueno de magia Albus Dumbledore, un pequeño pero importante papel, se equivoca: Los ricos, guapos y famosos que a la salida de la sala y ante las cámaras no aparecieron cansados y sólo tuvieron elogios para la película tan sólo han incrementado la "pottermanía" mundial.
Tan sólo en Gran Bretaña ya se han vendido más de medio millón de entradas para el cine antes de que el largometraje llegue a las salas el próximo 16 de noviembre.