LONDRES.- Los cineastas de Hollywood que llevaron la primera novela de Harry Potter a la pantalla, sintieron una gran responsabilidad: sabían que adaptaban un libro muy popular, que había llegado a millones de lectores, y que muchos niños se lo sabían incluso de memoria.
El texto original "tuvo éxito por sí mismo y atrajo a millones de personas, millones de lectores, tanto niños como adultos", dijo el director de la película, Chris Columbus. "Pensé que cambiar cualquier cosa sería un disparate", agregó.
Muchos cineastas se han abocado durante años a la tarea de adaptar un libro muy popular, y no siempre sus esfuerzos se han visto coronados por el éxito. Los adaptadores consideran un argumento de manera bastante diferente a como lo hace un novelista. Pero cualquier cambio importante puede enajenar a un público que está emocionalmente identificado con el libro.
En el caso de Harry Potter, los cineastas colaboraron estrechamente con la autora J.K. Rowling. Pero no fue hasta hace poco que la escritora vio la película terminada.
"No se puede usted imaginar lo nervioso que estaba yo", dijo el productor de la cinta, David Heyman, acerca del momento en que mostró a Rowling la cinta filmada sobre un guión de Steve Kloves.
El veredicto de los niños acerca de la cinta "Harry Potter and the Sorcerer's Stone" ("Harry Potter y la piedra filosofal") no se sabrá hasta después del estreno comercial de la película. Pero Rowling ya le ha dado su beneplácito.
En lugar de relegar a la novelista a una posición marginal, como suele hacerse con otros autores que venden sus derechos al cine, el productor y el director de la película de Potter acogieron con aprecio la colaboración de Rowling.
"Si usted se preparase a filmar una película sobre Drácula y tuviese acceso a (su finado autor) Bram Stoker, ¿no le interesaría hablar con él?", preguntó Columbus.
Sin embargo, Hollywood tiene una larga historia de alterar el texto de sus adaptaciones.
La cinta "Mary Poppins" no tuvo muchos puntos de contacto con los libros de P.L. Travers, pero ello no impidió el éxito de la película y de su estrella, Julie Andrews.
Al igual que Harry Potter, los productores de la película "Gone With the Wind" ("Lo que el viento se llevó") tenían la tarea de adaptar una novela recién publicada con mucho éxito.
El productor, David O. Selznick, estaba determinado a crear una adaptación fiel, incluso si ello le merecía críticas, e incluso dejó algunas frases que resultaban groseras, pero en cambio accedió a eliminar pasajes que resultaban racistas.
Rowling ha terminado ya cuatro libros sobre el personaje de Potter y ha prometido que escribirá tres más, de modo que la producción de la serie fílmica está llamada a continuar durante por lo menos varios años.
En el caso de la "Piedra filosofal" se hicieron cambios por razones cinematográficas y se redujeron o eliminaron ciertos pasajes para evitar que la película durase demasiado.
"El estudio quería que la cinta tuviese una duración máxima de dos horas", dijo Columbus. "Yo les dije que si nos obligaban a que la película sólo durase dos horas, la gente la iba a quemar".
El producto terminado dura dos horas y media, y se estrena el 16 de noviembre en los cines comerciales de Estados Unidos.