MELBOURNE.- La pareja formada por Tom Cruise y Penélope Cruz presentaron hoy en Australia el filme que dio origen a su romance, "Vanilla Sky", en un acto en el que derrocharon encanto y escatimaron las palabras con los medios de comunicación.
El acto, que culminaba su gira por Asia y el Pacífico para promocionar su última producción, se celebró en el State Theatre de Sydney, entre 2.200 invitados.
La nueva pareja dedicó sesenta minutos a los invitados y a las cámaras de la televisión comercial australiana Channel Nine, la única aceptada por la distribuidora de la cinta, United International Pictures (UIP).
La actriz española, que lucía un vestido oscuro con amplio escote, atado en la nuca y de espalda descubierta, aseguró por debajo de su corto flequillo abierto en el centro que en los últimos doce meses su vida "no ha cambiado".
Explicó que, pese a la creciente atención de los medios internacionales por ella ahora, ha vivido la fama desde adolescente y ha aprendido a distanciarse y organizarse para mantener la realidad y llevar una vida normal.
Sin embargo, la madrileña se resistió a revelar cómo, dónde y con quién piensa pasar las fiestas navideñas.
La misma respuesta callada dio el estadounidense ante la pregunta de si pasará la Navidad con sus hijos, que viven con su ex esposa, la australiana Nicole Kidman.
A diferencia de Corea del Sur, Japón, Taiwán y Singapur, donde presentaron antes "Vanilla Sky", en Australia la pareja de famosos no ofrecerá rueda de prensa para hablar del nuevo trabajo, aunque, según Cruise, está "orgulloso" de él.
La película, la versión "hollywoodense" del largometraje "Abre los ojos", del chileno-español Alejandro Amenábar, se rodó justo después de la ruptura entre Cruise y Kidman, el que estaba considerado el "matrimonio más estable de Hollywood".
El amor de los australianos por Kidman hizo temer por la recepción de la película, cuyos avances en Australia provocaron los abucheos de los espectadores.
El diario "Sydney Morning Herald" recoge en su edición de hoy las críticas que "Vanilla Sky" ha generado en Estados Unidos: "Incalificable, incomprensible e imposible de ver".
A pesar de que tanto Cruz como Cruise se deshicieron en halagos hacia Australia y Sydney en el State Theatre, el recibimiento de sus "fervientes" admiradores fue más comedido y no les rodearon reclamando autógrafos.
El estreno de la cinta ha dividido, además, a conocidos y amigos del ex matrimonio Kidman-Cruise.
En esta ocasión, el actor estadounidense no contó con la compañía de John Polson o Richard Roxburgh, compañeros de reparto en "Misión Imposible II" y considerados por la prensa "del lado de Nicole".
A cambio, asistieron los actores Keanu Reeves, Bryan Brown -con quien Cruise actuó en "Cocktail"- y el director australiano Philip Noyce, que dirigió a Kidman en "Dead Calm".
Los famosos formaban una legión de unas dos mil personas, explicó a EFE John Anderson, director de marketing de la distribuidora.
Otros 700 seguidores infalibles sirvieron de relleno en la gala australiana, habían conseguido sus entradas en juegos celebrados en emisoras de radio y concursos organizados en todo el país.