RIO DE JANEIRO.- Un alucinante derroche de fastuosidad caracterizó la segunda y última jornada del desfile de las escuelas de samba, que entre la noche del lunes y las primeras horas del martes se presentaron en el sambódromo de Río de Janeiro, en la anual competencia de este ritmo brasileño protagonista del famoso Carnaval de Río.
La jornada estuvo a cargo de las restantes siete escuelas que compiten con un número igual que ya se había presentado la víspera por el simbólico, aunque codiciado título de ser la ganadora del carnaval carioca 2002.
Durante diez horas continuas, un expectante y animado público que no se cansó de seguir desde las graderías el sensual ritmo de la samba, observó con avidez el paso de cada una de las escuelas, que este año hicieron de los 700 metros de la pasarela un simbólico campo de batalla con el propósito de evitar que la "escola Imperatriz" sume el cuarto título consecutivo.
En uno de los palcos, el mismo donde se ubicó durante la jornada anterior, estuvo animadamente siguiendo los primeros desfiles, la madre del Presidente de los Estados Unidos, Barbara Bush.
Vestida con una blusa de manga corta de color verde manzana y un pantalón blanco, de cuyo bolsillo sacó en varias ocasiones una pequeña cámara fotográfica para retratar ella misma algunos momentos de los desfiles, la también ex Primera Dama estadounidense se dejó contagiar del ritmo de la samba que siguió con batir de palmas.
Sin embargo, sólo observó el paso de las tres primeras escuelas, y pasada la medianoche dejó el sambódromo, que es una amplia calle franqueada de graderías a donde cada año acuden unos 7.000 espectadores, gran parte de ellos turistas, pues la fiesta del Carnaval de Río de Janeiro realmente se vive en las calles al son de pequeñas agrupaciones de samba y grupos ataviados con toda suerte de disfraces, aunque más modestos que los que brillan en el sambódromo.
En las diez horas de esta segunda jornada de desfile, con un promedio de recorrido de una hora por cada una, se presentaron las escuelas "Porto da Pedra", "Mangueira", "Império Serrano", "Mocidade", "Imperatriz", "Viradouro" y "Portela".
Todas las siete hicieron en la pasarela un vistoso espectáculo de color, brillo, luz, música, coreografía, danza, representación teatral y hasta destreza circense, engalanado todo con el paso de gigantescas carrozas que con un derroche de tecnología e imaginación representaban apartes de la historia que cantaban al ritmo de samba.
En promedio, 5.000 integrantes de cada escuela saltaron a la pasarela llevando elaborados trajes en multicolores telas tapizadas de brillantes, lentejuelas, plumas y toda la fantasía posible sobres sus cuerpos y cabezas.
El tradicional atractivo de esta competencia: sensuales mujeres con los senos descubiertos contorneándose con el frenesí de la samba, estuvo presente en esta segunda jornada de presentación de las escuelas, a diferencia del recato que caracterizó a las de la primera jornada.
En medio de este ambiente de fastuosidad y sensualidad, cada una fue contando su "enredo" (historia) desde la exaltación de la amazonía brasileña, pasando por una remembranza de la ciudad imperial del Brasil (Petrópolis), también un homenaje a Chico Buarque -una de las mayores expresiones de la música popular brasileña-, hasta la alegoría al circo.
Y fue precisamente este último tema, "O Grande Circo Místico", recreado por la escuela Mocidade que desfiló en cuarto lugar, el que de acuerdo con la reacción del público fue el que más lo cautivó y deslumbró, pues además de sus inmensas carrozas -verdaderos escenarios rodantes que recreaban los diferentes aspectos circenses-, hizo de la pista una súbita "carpa" de circo.
Pero también antes había sido recibida con el aplauso del público la popular escuela "Mangueira", que obtuvo su último campeonato en 1998.
La tres veces campeona "Imperatriz", que saltó a la pista después de la alucinante presentación de "Mocidade", aunque también tuvo una buena acogida, en especial por algunas de sus elaboradísimas y enormes carrozas, no le resultará fácil coronarse por cuarto año consecutivo como campeona.
Con broche de oro cerró esta segunda jornada de desfiles la escuela "Portela", que con la alegoría Amazonas, realizó una espectacular presentación en la que se destacó especialmente la carroza que abrió su desfile: una gigantesca águila animada que salía de un gran tronco clavado entre una elaborada remembranza selvática.
Ahora, después de que los cuerpos de los bailarines quedaron cubiertos de sudor, los disfraces guardados y la satisfacción de haber desfilado en el "santuario" de la samba, las catorce escuelas aguardan impacientes el veredicto de los once jurados que el miércoles divulgarán el nombre de la triunfadora del Carnaval de Río de Janeiro del 2002.