KABUL.- Afganistán se prepara para exhibir lo que queda de sus tesoros culturales, que sobrevivieron a 24 años de guerra civil y sucesivos saqueos de grupos rivales y del régimen Talibán, con la esperanza de que la Administración Interina de Hamid Karzai inaugure un periodo de paz.
De los museos existentes en Kabul sólo los Archivos Nacionales, con manuscritos que se remontan al siglo XVI, han escapado indemnes a la destrucción de la guerra y el ultraintegrismo de los talibán, que acabaron con gran parte del patrimonio cultural afgano.
"Este es el único lugar que no ha sido saqueado en Kabul", declaró a EFE el director de esos Archivos, Mohamed Aslam Hamkar, de 50 años, cargo para el que fue nombrado hace un mes, aunque trabaja en esta institución desde hace veinte años.
El edificio reconstruido en 1977, según una inscripción a su entrada, destaca en el entorno del corazón de la capital afgana por su estilo colonial y por su buen estado de mantenimiento, sin impactos de bombas o proyectiles que redujeron a ruinas barrios enteros de Kabul en la última década.
Los Archivos Nacionales están abiertos al público todos los días, excepto el viernes, el día de descanso y oración en el Islam, religión oficial en Afganistán, aunque los visitantes podrían salir decepcionados.
En la sala de manuscritos, los documentos originales fueron reemplazados por fotocopias, un recurso que ha permitido poner a salvo estos tesoros, aunque el edificio, insistió el director, nunca fue saqueado.
El más valioso es un manuscrito en piel del Corán, el libro sagrado del Islam, con grandes letras en lengua árabe que se cree que data del siglo XIX, según la nota en inglés adjunta.
Entre los ejemplares más importantes destaca un libro de poemas en lengua persa del poeta Amir Khosrue, de 1604, con tres pequeñas miniaturas al principio de cada poema y una "colección de libros" de 1521 con pequeñas miniaturas en oro.
Además, conserva un libro en la lengua afgana dari que se cree data del siglo XVI en torno al "amor y poemas educacionales" y diversas caligrafías también en dari de 1635.
En otra sala, edictos promulgados por los gobiernos de turno, periódicos y otros materiales dan testimonio de la historia de Afganistán.
La dirección de los Archivos Nacionales retiró los originales en 1992, cuando los "muyahidín" (combatientes) tomaron la capital afgana tras derrocar al gobierno pro soviético del presidente Mohamed Nayibulá, para ponerlos a salvo de las luchas por el poder entre las diferentes facciones que devastaron muchas zonas de Kabul.
Ahora, la Administración Interina quiere sacar a la luz los tesoros guardados en un lugar secreto, dice el director de los Archivos, pero sólo "cuando estemos completamente seguros de que hay seguridad en Afganistán".
La Galería Nacional también se prepara para recuperar las pinturas que han sobrevivido al saqueo, la guerra y al derrocado régimen de los talibán, y colgarlas en las salas de este igualmente edificio bien conservado en el centro de Kabul.
Cinco años después de inaugurarla en 1983, la Galería contaba con 800 cuadros, pero desde que los "muyahidín" tomaron el poder el museo fue saqueado cuatro veces, declaró a EFE su director, Abdul Fatah Adil.
Durante la época de los "muyahidín" y el régimen sucesor de los talibán, la milicia integrista islámica que conquistó Kabul en 1996 y fue derrocada en noviembre, "400 pinturas fueron destruidas o robadas", afirmó Fatah Adil.
La Galería Nacional, que fue reabierta el pasado 8 de febrero, exhibe ahora 160 pinturas y se prepara para mostrar unas 240 más, entre las que se hallan obras de pintores de Francia, China, Irán y Japón, aseguró el director, aunque no pudo dar nombres de pintores o de fechas de las obras.
El Museo Arqueológico de Kabul fue convertido por los talibán en un cementerio con la destrucción de estatuillas y otras piezas únicas de la cultura pre-islámica, cuando dinamitaron hace casi un año los dos colosos de Buda esculpidos en piedra varios siglos antes de la era Cristiana en la provincia central de Bamiyan.