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Música y moda reinan en el festival de San Remo

Con las presentaciones de la australiana Kylie Minogue y la canadiense Alanis Morisette, ambas luciendo un modelo del italiano diseñador Dolce Gabbana, comenzó la 52 versión del festival más antiguo de Italia.

06 de Marzo de 2002 | 12:02 | AFP
Bastante sexy lució la australiana Kylie Minogue en la noche de apertura del festival de San Remo SAN REMO.- Con un desfile de artistas, muchos de ellos elegantemente vestidos por los más célebres modistos de Italia,se inauguró ayer en San Remo la 52 edición del popular festival de música ligera italiana.

Veinte cantantes italianos, de la categoría veteranos, entre ellos personajes célebres de los años 70, que marcaron la historia del festival, como Gino Paoli (vestido por Ferré), autor de inolvidables baladas de amor como "Sassi" (piedras), se exhibieron en la velada inaugural del concurso más antiguo de Italia.

texto Por cinco días, unos 13 millones de italianos seguirán por televisión las largas veladas, que duran más de cuatro horas, guiados por el hábil presentador y director artístico del festival, Pippo Baudo, quien este año escogió dos modelos, una despampanante morena y una hermosa rubia, naturamente vestidas Valentino y Armani, para que lo acompañen en la conducción del programa.

Personalidades del mundo de la política, de la música y de la moda inundaban el Teatro Ariston de la ciudad de las flores, que además de ser la vitrina de la música, representa una fotografía fiel del estilo de vida italiana, ya que lanza nuevas tendencias e impone estilos.

Como homenaje a los modistas italianos, las dos artistas invitadas para la noche inaugural, la estrella australiana del pop Kylie Minogue y la canadiense Alanis Morisette, vestían Dolce Gabbana, dos creativos modistos del sur de Italia, cuyo estilo transgresivo y lleno de color dominó el palco.

En el mítico Teatro Ariston competirán en total 36 cantantes italianos, 20 de ellos artistas consagrados y 16 promesas (ocho solistas y ocho grupos), quienes tienen el desafío de demostrar que la música italiana es vital, vendible y capaz de descubrir ritmos que le son ajenos por tradición.
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