LONDRES.- Después de años de buena convivencia, Sarah Ferguson ha decidido finalmente dejar la residencia de su ex marido, el príncipe Andrés, para mudarse a otra casa, cuyo alquiler cuesta nada menos que 8.000 euros (unos 7.000 dólares) mensuales.
Según la prensa británica de hoy, Sarah, duquesa de York, considera que ha llegado la hora de abandonar Sunninghill, la casa del príncipe en las afueras de Londres, para vivir con sus hijas en la cercana localidad de Windlesham.
La sorprendente decisión de Sarah, de 42 años, pone fin a los rumores de una posible reconciliación de los duques, separados en 1992, pero que han mantenido una estrecha amistad por el bien de sus dos hijas, las princesas Beatriz, de 13 años, y Eugenia, de 11.
Pese a que el alquiler costará 8.000 euros mensuales, la nueva casa en la que vivirá la duquesa de York es modesta, tiene sólo cuatro dormitorios, en comparación a los doce de Sunninghill.
Según la prensa, la decisión de Sarah obedece a que ha conseguido su independencia financiera, ya que tiene ingresos por promocionar una conocida marca de porcelana.
Hace cinco años, la ex esposa del príncipe Andrés había acumulado deudas de tres millones de libras (unos 4,8 millones de euros, unos 4,2 millones de dólares).