LOS ANGELES.- Unos 400 aficionados, que ganaron los codiciados boletos que les dan derecho a sentarse en las gradas frente a la alfombra roja del Teatro Kodak de Los Angeles, comenzaron a llegar al lugar en la madrugada del domingo para ver cómo desfilan sus ídolos por la pasarela, mientras son vigilados por francotiradores y helicópteros que integran un fuerte dispositivo de seguridad.
Los primeros aficionados comenzaron a llegar a la sede de la ceremonia de entrega de los Oscar 11 horas antes del espectáculo, con la esperanza de ver a las estrellas de Hollywood que desfilarán con sus mejores galas y parejas hacia el teatro.
“Si amas las películas, debes ver la ceremonia de los Oscar una vez en tu vida”, dijo Paul Giuliano, quien llegó de la capital estadounidense, Washington D.C., a las 07:00 locales, para la entrega que comenzará a las 17:00 locales.
“No tengo la resistencia para esperar dos días (como hicieron otros aficionados en años anteriores) pero estamos felices por haber conseguido los boletos que nos permitieron llegar temprano esta mañana”, expresó, por su parte, Nancy King, procedente de Carolina del Norte.
Los 400 aficionados fueron seleccionados de entre las 4.000 solicitudes remitidas a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas para obtener un asiento en el espectáculo, que regresó a Hollywood por primera vez desde 1960.
Los afortunados, que fueron sometidos a minuciosas revisiones de antecedentes y de seguridad, llegaron de todas partes del mundo, algunos con banderas y gritando el nombre de sus estrellas favoritas.
Las aclamaciones espontáneas, particularmente por los nominados a mejor actor y actriz, los australianos Russell Crowe y Nicole Kidman, ahogaban a los presentadores de televisión que, con sus galas de noche, finalizaban sus promociones de última hora.
Las medidas de seguridad son muy estrictas y el tránsito se cerró en 15 cuadras a la redonda del Teatro Kodak, mientras hombres vestidos de etiqueta, con lentes oscuros y audífonos, vigilaban al público.
Varios helicópteros sobrevolaban la zona y se esperaba el despliegue de francotiradores en los tejados que rodean al teatro, ubicado en un área bastante poblada.
Los comercios en los centros comerciales Hollywood y Highland, donde está ubicado el teatro, fueron cerrados el sábado tras un minucioso operativo de seguridad.
En el hotel Renaissance Hollywood, también ubicado en el complejo comercial, las celebridades llegaron temprano para registrarse en sus habitaciones, y los botones empujaban carros repletos de vestidos de gala desde las limusinas estacionadas frente al hotel.