MEXICO.- La estrella del cine latinoamericano María Félix murió en la madrugada de hoy a consecuencia de un paro cardíaco, en un departamento de su propiedad en el residencial barrio de Polanco, en la ciudad de México. La actriz había nacido el 8 de abril de 1914 y hoy cumpliría 88 años.
"Ella se fue a dormir anoche y así se quedó (...) dormidita. Fue un paro cardíaco", dijo Estela Moctezuma.
De inmediato los principales noticiarios y radioemisoras locales interrumpieron su programación para anunciar sobre la muerte de la considerada leyenda viviente de la época de oro del cine mexicano.
Las autoridades informaron sobre un homenaje de cuerpo presente el martes en el Palacio de Bellas Artes.
"Es una sorpresa de la cual me acabo de enterar es muy clásico decirlo de esta manera pero lo digo desde mi corazón (...) fue una de las impulsoras del cambio democrático en México", dijo el Presidente Vicente Fox, quien confirmó que asistirá a los funerales.
María de los Angeles Félix Güereña forjó su propio mito con los mil rostros mestizos que le dio al cine latinoamericano, pero la encarnación de la indomable mujer latina en "Doña Bárbara", del escritor Rómulo Gallegos, le dio su título definitivo de diva: "La Doña".
La más deslumbrante belleza del cine mexicano se presentó ante Gallegos en ocasión de un viaje del escritor a México, durante una cena para celebrar el inicio de la filmación de su novela, que encarnaría otra actriz de teatro.
"¡Esa es la Doña Bárbara que yo escribí!", exclamó el venezolano al verla. Y comenzó la leyenda.
"La mujer sin alma" y "La devoradora" redondearon el mito de bella mujer calculadora, ambiciosa, fría y tenaz, las líneas del personaje que ha actuado durante toda su vida.
La Doña encarnó toda la iconografía latinoamericana del siglo, desde "Maclovia" -la indígena de la etnia tarasca perseguida por su belleza de bronce y fidelidad a su raza- hasta la hija rica de un hacendado, enamorada de un general de la revolución mexicana de principios de siglo, en "Enamorada".
Reforzaron la leyenda "Juana Gallo", "La Soldadera" y "La diosa arrodillada", abatida por las pasiones y la vida pública.
Nacida en la norteña ciudad de Alamos, Sonora, la Félix filmó 47 películas, donde lució las finas líneas de su cuerpo junto con artistas de fama mundial como Yves Montand, Rossano Brazzi, George Marshall, Gerard Philippe, Vittorio Gassman, Curt Jurgens, Fernando Rey y Jack Palance.
Su rostro altivo, sus cejas arqueadas sobre enormes ojos, embrujaron a los espectadores que la vieron besar con pasión a Pedro Infante, Pedro Armendáriz, Jorge Mistral, Arturo de Córdova, Jorge Negrete, Carlos Thompson y Emilio "El Indio" Fernández, entre otros.
En la canción latina, la Félix ya fue inmortalizada por uno de sus cuatro maridos, el más grande trovador mexicano del siglo, Agustín Lara, quien le escribió un himno a su belleza: "María Bonita".
"Cabellera negra, como mi destino, idea ensortijada que ha sido embrujada con filtro divino", escribió para ella Lara.
María ganó numerosos premios en el cine nacional y fue homenajeada en el Festival Internacional de filmes dirigidos por mujeres en Créteil, Francia, e invitada de Honor en el Primer Festival de Cine de Madrid.
El Gobierno de Francia -vivía seis meses en París y otros seis en México- la distinguió con las Ordenes de "Chevalier" y la ascendió con la de "Commandeur" en la Orden de las Artes y Letras, colocándola en el mismo nivel que su compatriota y también fallecido escritor Premio Nobel Octavio Paz.
Paz y otros escritores mexicanos como Carlos Fuentes, Luis Spota, Carlos Monsivais, Salvador Novo, Elena Poniatowska y Sealtiel Alatriste, hicieron de la vida de la Félix un personaje de sus obras, acrecentando el mito.
En Francia, Henry Burdin escribió en 1982 un libro titulado "La Mexicaine", inspirado en la vida de La Doña. En España Luis Gasca (1994) la retrató en su "Chicas Malas Mujeres Perversas".
La Doña no se resistió a las mieles del poder. Aceptó la amistad de los mandatarios mexicanos, desde Miguel Alemán y Adolfo López Mateos en los 50, de los argentinos Eva y Juan Domingo Perón, y hasta del dictador cubano Fulgencio Batista, derrocado por la revolución cubana.
Pero quienes más le celebraron fueron los intelectuales y artistas europeos como Jean Paul Sartre, Jean Genet, Salvador Dalí, Leonor Fini, Plácido Domingo, Jean Paul Belmondo, Jean Renoir, Ives Montand, Alain Delon, y hasta los toreros Luis Miguel Dominguín y el malogrado Manolete.
El escándalo la rodeó por su amistad con los pintores Diego Rivera, Frida Khalo y José Clemente Orozco, los primeros que le pintaron retratos, aunque no los últimos, pues les siguieron muchos más.
El poeta francés Jean Cocteau llegó a decir: "Es tan hermosa que duele", pero ella replicó: "No basta con ser bella, hay que saber serlo".