BUENOS AIRES.- Desnudarse totalmente en plena calle tiene sus bemoles y sus repercusiones, al margen del espectáculo ofrecido.
Por lo menos así lo entendió el abogado Oscar Igounet, quien denunció judicialmente este lunes al jefe de gobierno de esta capital, Aníbal Ibarra y al fotógrafo norteamericano Spencer Tunick, organizador de esa tenida desnudista, a los que acusó de "exhibiciones obscenas y abuso de autoridad".
Los centenares de "modelos" posaron desnudos en la madrugada del sábado en una de las principales arterias de esta capital.
El jefe de gobierno capitalino había autorizado el desnudo, en el que participaron unas 500 mujeres y hombres, para sesiones fotográficas de Tunick, quien entre otras fotos, se dedica a estas en forma asidua.
"Hombres y mujeres completamente desnudos se acostaron en la calle al salir el sol, boca arriba, de costado, boca abajo, mostraron sus partes pudendas mezclados los unos con los otros, hombres con hombres, mujeres con mujeres, y parejas de distinto sexo se dejaron fotografiar y caminaron indecentemente con sus órganos bamboleantes y colgantes, fláccidos o erectos", dijo el escrito de Igounet revelado por medios locales de prensa.
El abogado denunciante es hermano de un ex edecán del ex Presidente Carlos Menem.
La denuncia, añaden los informes, se extiende, asimismo, a medios periodísticos que hayan difundido imágenes -tildadas de "pornográficas"- de esa sesión fotográfica que Igounet tildó como "exhibicionismo público con entidad obscena y corruptora".
La presentación judicial de Igounet se hizo ante el juzgado correccional a cargo del juez Omar Faciutto, e imputa a Ibarra de haber prestado "ayuda o cooperación para el quebrantamiento no sólo de la ley penal sino de las ordenanzas municipales que prohíben el exhibicionismo y el nudismo en público".
La denuncia sostiene que los desnudistas posaron "sonrientes, irrespetuosos y desprejuiciados, sin importarles que podían ser observados por niños, esposas, madres, ancianos, familias cristianas enteras, vecinos honestos y pudorosos que están empecinados en educar a sus seres amados en las buenas costumbres".
"No lo hacen por un capricho fascistoide sino porque así es nuestra cultura nacional, eminentemente católica y cuasi puritana", agregó Igounet.
"Ese aquelarre orgiástico de cuerpos desnudos no se llevó a cabo en una casa o en predio privado, sino que se lo hizo en la vía pública, en plena Avenida 9 de Julio, a la vista de todos y con la colaboración de la policía federal y de las autoridades comunales", añade la denuncia.
Finalmente agregó que "estoy harto de tratar de educar a mis hijos y de formar una familia sanamente argentina, dentro de nuestros valores tradicionales promedio, el amor a la patria, al estudio, al trabajo y al deporte (...) no nos será fácil dejar atrás la corrupción de la que tanto nos quejamos si no ponemos todas las herramientas que nos da la ley para preservar nuestros valores".