MEXICO.- El artista indígena Marcos Cipac de Aquino, discípulo del colegio de San José de los Naturales, pintó la imagen de la Virgen de Guadalupe por encargo del segundo arzobispo de México, Alonso de Montúfar, afirma el libro ’’La Búsqueda de Juan Diego’’.
El texto, de próxima publicación por la editorial Plaza & Janés -cuyo adelanto ofrece hoy la revista ’’Proceso’’-, fue escrito por el sacerdote Manuel Olimón Nolasco, uno de los religiosos que cuestionan junto con el anterior abad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Shulemburg, la existencia histórica de Juan Diego.
Olimón divulga en su libro una recopilación de cartas y textos intercambiados con El Vaticano, para dar a conocer su postura antes de que el Papa, Juan Pablo II, decidiera la canonización del indígena mexicano Juan Diego.
Pese a que la canonización de Juan Diego es un asunto decidido por la Iglesia, este nuevo libro reabre la polémica sobre el origen milagroso de la imagen guadalupana, que es venerada por millones de mexicanos y latinoamericanos.
El autor publica cartas hasta ahora secretas entre religiosos y El Vaticano para manifestar su inquietud por la canonización de un personaje cuya existencia histórica no ha sido probada.
’’La canonización pondría en tela de juicio la credibilidad y el prestigio de nuestra Iglesia, a la que pertenecemos y amamos como católicos’’, señalaron los sacerdotes en una carta.
Entre los testimonios el autor rescata las opiniones de que la imagen no es de origen sobrenatural sino una obra humana hecha sobre tela de algodón, según un análisis científico efectuado en noviembre de 1982 por un grupo de técnicos en conservación de obras de arte.
Además, recoge un texto de Shulemburg enviado al Vaticano de que la obra fue ’’muy probablemente pintada a mediados del Siglo XVI, cuya mano desconocemos’’.
Según las creencias mexicanas, la ’’Virgen Morena’’ se apareció tres veces al indio Juan Diego en el Cerro de Tepeyac, en diciembre de 1531.
Allí, la Virgen pidió a Juan Diego que acudiera con el obispo fray Juan Zumárraga para que construyera un santuario en el cerro de Tepeyac, lugar donde se adoraba a una antigua deidad azteca, la diosa Tonantzin.
El obispo pidió una prueba de las apariciones y la Virgen hizo el supuesto milagro de estampar su imagen en la túnica del indígena.
El libro de Olimón saldrá a la venta semanas antes de que el Papa viaje a México para canonizar a Juan Diego.