LONDRES.- Los críticos británicos decidieron el viernes que la superestrella pop estadounidense Madonna era una "Chica Más Mecánica" que una ’’Chica Material’’ en su muy publicitado debut en el teatro de Londres.
Pero su temporada londinense en la obra "Up for Grabs", del dramaturgo australiano David Williamson, es a prueba de críticos, ya que las entradas se agotaron totalmente y se venden en el mercado negro a 10 veces el precio marcado.
Amigos famosos, desde su colega cantante Sting hasta la diseñadora de ropa Stella McCartney, asistieron a la elegante premiére del jueves para alabar a la más famosa estrella pop del mundo por subir a escena. "Estuvo maravillosa", dijo Sting a los periodistas.
El público también se impresionó ante su presencia, recibiéndola con exclamaciones de asombro cuando se levantó el telón.
Pero al día siguiente los críticos reaccionaron tibiamente ante su actuación. "Madonna no logra deslumbrar", decretó el diario Guardian. ’’La Chica Mecánica distorsiona el mensaje de la sátira autocentrada’’, opinó por su parte The Independent.
La escenas sexuales de la obra, por cierto, hicieron levantar algunas cejas entre los presentes.
En el papel de una voraz comerciante de arte decidida a hacer subir el precio de una pintura de Jackson Pollock, Madonna se envuelve en un apasionado abrazo lésbico con una clienta potencial en una escena y se ata un gigantesco objeto sexual para servir a una corpulenta compradora multimillonaria en otra.
Londres ha estado atrayendo a una serie de estrellas de Hollywood en los últimos tiempos, desde Nicole Kidman a Gwyneth Paltrow y Matt Damon, que han aceptado papeles en el teatro británico para fortalecer sus credenciales dramáticas en su país.
Para algunos, la estrategia dio resultado -Kidman fue elogiada como "viagra teatral pura" en "The Blue Room"- pero los críticos de Londres en general opinaron que era mejor que Madonna siguiera cantando.
"La actuación de Madonna, aunque se fortalece a medida que avanza la obra, es un poco como su perfecto y pequeño impermeable: pálida, lánguida y sin color", dijo por su parte The Times, refiriéndose a la capa que usa la estrella en varios momentos de la obra.
The Daily Mail dijo: "Al contrario de Nicole Kidman o Gwyneth Paltrow, no ha logrado lo suficiente para convencerlo a uno que la idea -cualquier idea- de la seriedad artística viene primero".
Su voz no se proyectó al comienzo, lucía claramente nerviosa al principio, lo que llevó a The Guardian a comentar que: "Madonna no está totalmente mal, sino sólo técnicamente poco diestra".
Pero The Daily Telegraph opinó que la obra, que Williamson había reescrito para cambiar el lugar donde se desarrolla la trama de Sydney a Nueva York, tenía tanta culpa como la estrella: "En el análisis final, Madonna me pareció tan buena como la obra: bien, pero nada de sensacional", dijo el crítico Charles Spencer.